El barco de la ONG Proactiva Open Arms mantiene a bordo a 307 personas, entras las que se encuentra un bebé recién nacido de tan solo un día, después de que este viernes las rescatase en alta mar a unas 50 millas al noreste de Trípoli, por lo que ha solicitado a Malta puerto de desembarco.
Según ha informado el jefe de misión de la ONG, Gerard Canals, en el momento del rescate un guardacostas libio se unió a ellos para encontrar otras embarcaciones a la deriva pero finalmente abandonó la escena "sin previo aviso".
El Open Arms ha intentado comunicarse con las autoridades libias pero no ha tenido respuesta y ya ha solicitado una evacuación médica debido al peligro que corre el bebé recién nacido por su vida, además de por otras mujeres embarazadas que se encuentran en la embarcación.
El rescate se produjo el viernes a solo 24 horas de su llegada al Mediterráneo al observar dos barcas de goma en peligro de naufragio con más de 200 personas a bordo, entre ellos niños, bebés y mujeres embarazas.
Los primeros rescatados notificaron que había otra barca más a la deriva, por lo que el Open Arms comenzó a rastrear la zona. Seis horas después informaba del rescate de una tercera embarcación.
A finales del noviembre, la ONG anunció que volvía al corredor entre Libia e Italia, el más mortífero del mundo, para proseguir con las tareas de rescate de personas migrantes ante la "inacción deliberada" de la Unión Europea en esta crisis migratoria y a pesar del riesgo de que de Malta o Italia les impida desembarcar en puertos seguros.
"Seguiremos operando como hasta ahora, respetando el derecho internacional y navegando en aguas internacionales, como hemos venido haciendo siempre, y veremos qué pasa cuando rescatemos", dijo Camps durante la rueda de prensa en la que anunció la vuelta de Open Arms a esta zona del Mediterráneo y tras quedar inoperativo el convenio firmado con el Ministerio de Fomento para colaborar con Salvamento Marítimo en los rescates en el Estrecho de Gibraltar.