¿Imagina que mientras está tranquilamente en casa recibe la llamada de alguien ajeno al colegio de sus hijos y le dicen que su pequeña ha sufrido un accidente?
Eso es lo que le pasó a una semana de las vacaciones a Nuria, madre de una niña de 7 años alumna del Colegio Sierra Bermeja de Estepona. Fue el 16 de junio. En ese centro público una vez a la semana los niños acuden a un gimnasio cercado en la hora de Educación Física para asistir a clases de natación. Ese día la pequeña estaba recuperándose de una otitis que le impedía meterse en la piscina. A diferencia de lo que se solía hacer en ocasiones anteriores, en lugar de dejar a la niña en el colegio al cuidado de otro maestro, el suyo decidió llevarla a ella y a otras dos niñas que también estaban enfermas al gimnasio. "No pisaron la piscina", explica a VIVA la madre. "Las dejó en la cafetería, donde había algunos padres del colegio y les pidió que les echaran un ojo. Pero ellos estaban en la terraza de la cafetería y las niñas se quedaron dentro jugando al futbolín".
La mala fortuna llegó cuando la bola se les coló por detrás de unas tablas de madera apiladas junto a la pared que no tenían ningún tipo de sujeción. A la niña, al ir a cogerla, se le cayeron todas las tablas encima y , además, del tremendo golpe, quedó atrapada bajo ellas.
Cuando la sacaron, los padres alertados por el jaleo, la llevaron a la sala de curas del gimnasio y avisaron a su madre.
Traslado al hospital
"Cuando llegué, con un estado de nervios enorme, estaban sacando a mi hija de la sala en brazos. La llevé al Centro de Salud de Estepona. Tras hacerle varias radiografías me dijeron que era necesario trasladarla al Hospital de Marbella porque parecía que podía tener daños en la columna vertebral".
Afortunadamente, la pequeña se libró de una lesión en la columna, con el peligro que hubiese supuesto. Eso sí, tenía heridas y contusiones en todo el cuerpo y una fractura de tobillo.
Denuncia
Esta misma mañana el abogado de Nuria ha presentado ante la delegación Provincial de Educación un escrito en el que aporta informes, testigos y fotos del incidente. Según consta, la demandante entiende que "ha habido una dejación de funciones por parte del profesor encargado del cuidado de los alumnos, ya que si los niños no están aptos para ir a la piscina no es de recibo sacarlos del centro, donde se pueden quedar al cargo de otros profesores. Al igual que no es de recibo sacarlos del centro escolar y dejarlos al cargo de otros padres en una cafetería. De ahí los hechos y las consecuencias derivadas del mismo".
Esgrimen que la pequeña "podría haber sufrido heridas irreversibles si uno de los tablones le golpea un poco más cerca de la columna vertebral o en la cabeza". Por ello, entienden que "ha habido culpa in vigilando por parte del tutor y del centro escolar".
Nuria, la madre, deja claro que denuncia lo sucedido "porque no quiero que nadie más pueda pasar por lo que pasó mi hija y mi familia. Fueron los peores momentos de mi vida y hay que evitar que vuelva a suceder".
