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Fallece en Taiwán el padre Rábago, centenario jesuita español

Conocido como Lai Gan-lin por su nombre en chino, la Compañía de Jesús anunció que el padre Rábago falleció a las 10.20 hora local

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  • Taiwán. -

El centenario jesuita Andrés Díaz de Rábago falleció hoy en Taipéi a la edad de 105 años, recoge la agencia local de noticias CNA.

Conocido como Lai Gan-lin por su nombre en chino, la Compañía de Jesús anunció que el padre Rábago falleció a las 10.20 hora local (03.20 GMT) en el jardín Yifu del Seminario Teológico de la Universidad Católica Fu Jen, a cuyo departamento de Medicina será donado el cuerpo de acuerdo con los deseos del sacerdote.

Nacido en la localidad gallega de A Pobra do Caramiñal, el 3 de octubre de 1917, y tras participar en la Guerra Civil española y acabar Medicina, ingresó en la Compañía de Jesús en septiembre de 1940.

En 1947 llegó a China en medio de la guerra civil entre nacionalistas y comunistas, donde fue ordenado en la ciudad de Shanghái como sacerdote el 16 de abril de 1952, siendo parte de la última hornada de ordenaciones antes de la expulsión de los religiosos del país asiático.

Tras pasar por Filipinas y Timor Oriental, donde fue maestro del primer presidente de este último país, Xanana Gusmão, y del premio Nobel de la Paz Carlos Filipe Ximenes Belo, recaló en Taiwán en 1969, de donde no se iría más, para dedicarse en cuerpo y alma a la isla, de la cual obtuvo la nacionalidad por parte del Gobierno taiwanés en 2017 en agradecimiento a su vida de servicio.

En Taipéi fue profesor de la universidad más prestigiosa de la isla, la Universidad Nacional de Taiwán, y desarrolló su ingente labor pastoral y médica desde el centro de la Fundación Cultural Cardenal Tien, donde residió en una humilde estancia hasta su fallecimiento.

Conocido por sus apariciones en la prensa y por su labor caritativa, recibió la Cruz de Oficial de la Orden de Isabel la Católica en el 2000, la Medalla de Bronce de Galicia en 2001 y muchas otras condecoraciones del más alto nivel dentro y fuera de la isla.

El exvicepresidente de Taiwán hasta 2020, Chen Chien-jen, íntimo amigo del sacerdote, dijo de él en su día que "tiene el espíritu de un torero, el entusiasmo de una bailaora, el ingenio de Picasso y Gaudí, y el celo misionero de San Ignacio y San Francisco Javier".

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