Galicia ha arrancado este miércoles el curso escolar 2024/25 en todos los niveles, desde Infantil hasta Bachillerato y Formación Profesional. Ha sido una jornada de "total normalidad" en los más de 1.100 centros públicos, tal y como confirmaba por la mañana el conselleiro de Educación, Román Rodríguez, pese a las concentraciones y protestas que sindicatos, docentes y padres han organizado en algunos centros contra los "recortes".
En el acto oficial de apertura del año académico celebrado en el IES Valle-Inclán de Pontevedra, donde también ha estado el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, el conselleiro ha reconocido que "siempre puede haber" algun problema concreto, "pero en general la normalidad es la tónica".
"Desear que haya un muy buen desarrollo de este curso 24-25", ha expresado Rodríguez para este curso que "viene lleno de muchísimas novedades organizativas y pedagógicas para ir preparando nuestra enseñanza de cara a los 25 años que tenemos por delante".
La Xunta ha escogido el IES Valle-Inclán para este acto porque fue es "una catedral educativa", un edificio histórico "emblemático en la ciudad y también en el conjunto de Galicia". Además, el conselleiro ha apuntado que este "fue el primer instituto de Galicia" y ahora "está experimentando un proceso de rehabilitación integral absolutamente espectacular".
Como anécdota, durante el acto se ha comentado que tanto el presidente de la Xunta como el alcalde de Pontevedra estudiaron en este instituto Valle-Inclán.
Los más de 300.000 estudiantes gallegos --entre Infantil, Primaria, ESO, Bachillerato y Educación Especial, a falta de que cierre el plazo de matrícula en FP-- vuelven a ocupar desde este miércoles las aulas de unos colegios e institutos que notarán algunos cambios organizativos con respecto a cursos pasados, buena parte de ellos fruto del acuerdo que la Xunta firmó con los sindicatos CCOO, ANPE y UGT en octubre de 2023.
Así, desde este curso los niños de Infantil y Primaria tendrán 23 horas de clase a la semana frente a las 25 de antes. Asimismo, con respecto a las ratios, en 4º de Infantil (3 años) quedan limitadas en 20 alumnos por aula, una medida que año a año se irá implementando en el resto de cursos.
A efectos de cómputo, ya en todos los niveles se empiezan a contabilizar por dos o, incluso, por tres aquellos alumnos con discapacidad y trastornos de conducta.
Estas medidas parten de una reducción generalizada de la natalidad en Galicia --los 307.854 alumnos que habrá este año son unos 3.300 menos que el anterior-- y buscan también dar mayor atención a la diversidad.
En este contexto, la Xunta ha lanzado el conocido como Plan Mega (de Mellora Educativa), que supondrá la incorporación de 400 profesores de apoyo, la mitad ya desde inicio de curso y la otra mitad, en octubre. Contando con estos, la enseñanza gallega contará este año con 31.603 profesores, según la cifra que dio esta semana el conselleiro de Educación, Román Rodríguez.
Sin embargo, como suele ser habitual en los inicios de curso, al menos una treintena de centros han revivido en semanas pasadas e, incluso, en la propia jornada de la 'vuelta al cole' las protestas contra los "recortes" de personal y de aulas.
De hecho, los sindicatos firmantes del acuerdo advierten que no se están cumpliendo todos los puntos del mismo y que, en algunos centros, ni siquiera se está aplicando la ratio en 4º de Infantil. Por ello, no descartan acudir a los tribunales.
En cualquier caso, hay comunidades de algunos colegios e institutos que este mismo miércoles se han concentrado a sus puertas para, según el caso, clamar contra estos "recortes" de personal y recursos, pedir desdobles de aulas y una atención a la diversidad "real". El CEIP de Pedrouzos de Brión (A Coruña), el CPI A Cañiza (Pontevedra) y el CEIP Altamar de Vigo son algunos ejemplos de estas protestas.
Mientras tanto, un grupo de delegados de la CIG-Ensino, sindicato mayoritario entre los docentes de la pública en Galicia, se ha concentrado ante la sede de la Xunta en San Caetano, en Santiago, para protestar contra los "recortes" y el rebautizado por ellos mismos como "Plan Mega Trola".
Desde allí, el secretario nacional de CIG-Ensino, Suso Bermello, ha negado que el acuerdo firmado entre la Consellería y el resto de sindicatos supusiese alguna mejora: "A día de hoy no se produjo ninguna bajada de ratios efectiva, más allá de 4º de Infantil y en alguna aula mixta, ni la recuperación del horario lectivo que tenía el profesorado cuando llegó Feijóo a la Xunta". En 2011 las horas de clase subieron de 21 a 25 en Infantil y Primaria y de 18 a 21 en Secundaria.
En palabras de Bermello, "todo o practicamente todo lo que sale de la boca de los dirigentes de Educación es mentira". Así, ha explicado que "no es cierto que se contraten 400 nuevos efectivos" de refuerzo al amparo de las estrategias 'Promociona' y 'PROA+', incluidas en el "Plan Mega Trola".
El responsable de CIG-Ensino ha asegurado que la primera mitad de este personal nacen de unas necesidades de refuerzo expresadas por los propios centros "que fueron rechazadas en junio" y que ahora "se están dando a cuentagotas".
De hecho, "son 163 las plazas que se ofertaron" y 42 de estas "son a media jornada", por lo que se quedan "en realidad" en 142 y no en esas 200 anunciadas, según los números de Bermello, quien también ha criticado que la Xunta se "ahorrará" más de dos meses de sueldo porque los contratos se extinguirán a día 30 de junio.
La CIG-Ensino avanza que en próximos meses desplegará una campaña informativa en los centros contra la "maquinaria propagandística" de la Xunta y para mantener reivindicaciones de derechos y recursos.
En similares términos, CSIF ha emitido este miércoles un comunicado en el que acusa a la Consellería de Educación de "hacer propaganda" con los datos del arranque del curso y en el que critica el "pacto de mínimos" que firmaron CCOO, ANPE y UGT.
En definitiva, CSIF denuncia que, pese a este acuerdo, Galicia reabre sus aulas "con los mismos problemas con los que las cerró" en junio: "escasa inversión, plantillas insuficientes, déficit de plantilla, de racionalización de las ratios para garantizar la calidad de la enseñanza, cierre de unidades en el rural, falta de recursos en los centros y un profesorado menospreciado y sobrecargado por el exceso de burocracia".