La Guardia Civil ha denunciado a un vecino de Marín (Pontevedra) por infringir la ley de bienestar animal, después de que comprobaran que tenía varios perros en su casa que estaban en "condiciones deplorables".
El propietario de los animales, un señor que vive solo, tenía un perro de raza podenco atado a un poste con una cuerda, en condiciones higiénico-sanitarias muy malas, sin espacio para resguardarse y sin contar con el chip correspondiente ni con la cartilla sanitaria.
Un segundo perro estaba atado con una cadena metálica muy corta a una cabaña de madera, sin apenas poder moverse, según manifestó el denunciado a los agentes "para que el zorro no entrara en la finca", lo que le había generado una lesión en el cuello y problemas de movilidad.
Tenía además un tercer cánido, que estaba nervioso y con problemas de movilidad, encadenado en una de las entradas de la vivienda y amarrado a una caseta de madera, sin resguardo y con manchas azules por su cuerpo debido a un spray para las moscas.
Tras esta inspección, la Guardia Civil denunció al propietario de estos perros por no identificar a los animales con chip, por mantenerlos sin movilidad o actividad física y a la intemperie y por producir lesiones en uno de los perros por el modo de estar encadenado.
La sanción a la que se enfrenta oscila entre los 10.000 y los 50.000 euros.
Los tres perros han sido recogidos por el CAAN, el centro de animales abandonados que gestiona la Diputación de Pontevedra, que se hizo cargo de ellos y de todo el tratamiento veterinario que necesitaban.