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La Orden de San Juan de Dios finaliza la restauración del Señor de Puerta Real

Con el doble objetivo de devolver a la obra "la integridad física necesaria para que perdure en el tiempo, así como su entereza estética"

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  • Señor de Puerta Real. -

El Archivo-Museo San Juan de Dios 'Casa de los Pisa', perteneciente a la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, ha concluido la intervención de conservación y restauración del Cristo de la Paciencia, conocido como el Señor de Puerta Real, en Granada, con el doble objetivo de devolver a la obra "la integridad física necesaria para que perdure en el tiempo, así como su entereza estética".

El conjunto compuesto por imagen de bulto redondo, interior de hornacina y exvotos, y que goza de una gran devoción por parte de los granadinos, forma parte del edificio denominado Hospital San Juan de Dios, declarado Bien de Interés Cultural en 1980. La intervención sobre este bien contribuye a completar la restauración integral que se está realizando sobre la primera crujía del inmueble donde se ubica, según ha informado la Orden en una nota.

"Entre los diferentes valores patrimoniales que contiene este espacio del Hospital San Juan de Dios se encuentra una imagen que conserva vivos sus valores históricos y devocionales", ha explicado el director del Archivo-Museo San Juan de Dios 'Casa de los Pisa', Francisco Benavides. "El Señor de Puerta Real es una seña de identidad para el barrio de San Juan de Dios. Recuperar este elemento supone reactivar muchos sentimientos compartidos por los habitantes de esta zona de Granada".


A lo largo de toda la intervención, el objetivo prioritario de la Orden ha sido la mayor aproximación posible a la aprehensión conceptual de la obra en el momento histórico, social, técnico y artístico en que se llevó a cabo, intentando descubrir la intencionalidad del artista. De aquí la importancia de la adopción por parte de los técnicos del criterio de "mínima intervención" en todo aquello que no esté estrictamente enfocado hacia la conservación, como son las actividades de consolidación, fijación y preservación de los materiales.

"El respeto a la originalidad de la pieza ha sido la tónica predominante en esta intervención. La eliminación de añadidos y repintes nos ha devuelto a una obra más auténtica, reconociendo con mayor fidelidad el trabajo artístico de la escuela granadina", ha reseñado Benavides.

Entre las principales causas de alteración del estado de la pieza destacaban las condiciones medioambientales y el efecto que éstas habían ocasionado sobre los materiales, influyendo de manera determinante en su envejecimiento, deterioro y caducidad acelerando estos procesos naturales propios de cada componente.

La intervención ha consistido en la toma de una serie de medidas encaminadas a mantener la obra subsanando los desperfectos que distorsionaban la legibilidad de la misma.

En este sentido, todos los tratamientos se han llevado a cabo utilizando aquellos productos que, según normativa internacional, afectan en el menor grado posible a los materiales originales, teniendo todos ellos las propiedades de inocuidad para la obra, alto índice de inalterabilidad y poder de reversibilidad facilitando su posible eliminación en tratamientos futuros, si así se requiriese. "Las técnicas y materiales de restauración actualmente han alcanzado un grado óptimo de profesionalización. En esta intervención como no podía ser de otra manera se han aplicado rigurosamente y, fruto de ello es el resultado que se ha obtenido", ha asegurado.

En los trabajos de limpieza, se han eliminado capas de grasa, barnices, repintes y repolicromados que cubrían y enmascaraban el aspecto original de la obra. Según los profesionales, se trata de un tratamiento más conservativo que estético, ya que, al retirar estas capas, se libera a la superficie original de muchas de las causas que originan su degradación.

Por otro lado, en esta delicada intervención ha sido prioritario el respeto que merecen las pátinas de envejecimiento de los distintos materiales y el cuidado en la elección de los productos y técnicas a utilizar, siempre buscando la máxima idoneidad y compatibilidad con respecto a los materiales originales.

La imagen del Cristo de la Paciencia, que está datada en la segunda mitad del siglo XVII y que hasta el momento no tiene asignada autoría, encierra los valores propios de una imagen que ha formado parte de la historia de un edificio de uso hospitalario, donde la dimensión religiosa y espiritual ha sido una constante a lo largo de la historia.

El nombre por el que se le conoce está condicionado por su procedencia de una posada que se situaba en la zona de Puerta Real, a la que se denominaba Posada de las Imágenes, ya que albergaba la imagen de este Cristo, así como una imagen de la Virgen de las Angustias.

La imagen del Cristo fue donada a los Hermanos de San Juan de Dios cuando la posada fue demolida, y fue expuesta al público para que continuase la devoción de los granadinos. A principios del siglo XX la imagen ya disponía de una capilla propia donde se oficiaba misa a diario, independientemente de los cultos de la capilla del Hospital, dada la devoción de la ciudadanía.

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