Para sofocarlo tuvieron que intervenir los bomberos de Cádiar, un retén de Infoca y la Guardia Civil
Dos agricultores han sido investigados por la Guardia Civil como presuntos autores de delitos de incendio forestal por imprudencia grave por dos incendios ocurridos en los términos municipales de Ugíjar y Alicún de Ortega, en la provincia de Granada, y que en un casó movilizó incluso al Infoca.
El primer incendio se produjo el pasado 6 de febrero en la rambla Carlonca del término municipal de Ugíjar y ardió monte bajo y vegetación de rivera.
El incendio se produjo porque el investigado estaba quemando un cañaveral en su finca de aguacates y el fuente viento provocó que el fuego se propagara inmediatamente después al barranco.
Para sofocarlo tuvieron que intervenir los bomberos de Cádiar, un retén de Infoca y la Guardia Civil.
Una vez que el fuego quedó extinguido, el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) buscó el punto de inicio del fuego y los agentes lo localizaron en la finca del investigado.
Al preguntarle al respecto, el presunto autor reconoció a los agentes que el fuego se le descontroló por el viento y que, aunque intentó apagar las cañas, le fue imposible y el fuego corrió barranco arriba rápidamente.
El segundo incendio ocurrió en el paraje Finca Señorío de Alicún de Ortega el pasado 18 de febrero, cuando el fuerte viento propagó el fuego de una hoguera en el que ardían los restos de poda de unos olivos.
A consecuencia del incendio ardió parte de una masa forestal, según ha informado este marte el instituto armado.
La Guardia Civil ha investigado a ambos agricultores como presuntos autores de un delito de incendio por imprudencia grave por incumplir las condiciones de la quema, establecidas en un decreto que aprueba el Reglamento de Prevención y Lucha contra los Incendios Forestales.
El 95 % de los incendios forestales son provocados por seres humanos, en su mayoría por negligencia.
Por ello, la Guardia Civil recomienda extremar las precauciones si se va a hacer una quema de restos agrícolas, o abortarla ante la más mínima duda, por ejemplo en un día de fuerte viento, como deberían haber hecho los investigados.
En ambos incendios la Guardia Civil ha contado con la colaboración de los agentes de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía.