La Comisión Provincial de Patrimonio Histórico cree que hay que reducir el espacio que ocupa “la lámina de agua” que presidirá el centro de la plaza de San Pedro tras las obras de peatonalización de la zona. Así lo han propuesto por unanimidad sus miembros, que se reunieron el pasado 24 de mayo para analizar el proyecto de obras.
Según consta en el acta de dicha sesión, a la que ha accedido Viva Huelva, la comisión acuerda “trasladar al promotor la posibilidad de reducir las dimensiones de las zonas de césped y de la lámina de agua, teniendo en cuenta que esta última no responde al concepto de la fuente original de la plaza”.
Asimismo, entre las propuestas de esta comisión provincial se incluye “la eliminación de la escalinata diseñada como prolongación de las escaleras del basamento de la iglesia” y el mantenimiento de la actual, tal y como adelantó el delegado territorial de la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico, José Manuel Correa.
En el acta se expone que la comisión considera “la escalera existente, desde el punto de vista patrimonial, como parte del basamento de la iglesia y no de la plaza”. Por ello, “entiende que el tratamiento que pueda darse al basamento sobre el que se asienta la iglesia de San Pedro debe realizarse con una visión global, contemplándolo en todo su perímetro y no de forma puntual”.
Al mismo tiempo, la comisión piensa que “la solución propuesta de escalinata genera dos espacios laterales residuales y, al avanzar sobre la plaza, supone la ruptura de la trama urbana histórica de la ciudad”.
Igualmente, en relación a lo proyectado del arbolado en “un espacio central con grandes magnolios”, la comisión apuesta por “su eliminación para no afectar la contemplación del BIC Monumento de la Iglesia de San Pedro”.
Los aparcamientos provisionales que se van a habilitar en la plaza para los propietarios de garajes durante las obras también ha centrado la atención de la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico, que ha instado al Ayuntamiento a pensar en otra solución alternativa. “Se deberá de adecuar otro espacio a tal fin dada la importante contaminación visual que puede generar una playa de aparcamiento en relación al BIC y su entorno, aún siendo ésta provisional”, recoge el acta.
También para evitar la contaminación visual que generan “se eliminarán los contenedores proyectados en la plaza y situarán fuera de ésta”. Lo mismo se hará, según consta en el acta de la Comisión de Patrimonio, “ con las instalaciones ubicadas en cajas de registro adosadas al muro del podium de la iglesia”.
Otra de las modificaciones del proyecto deberá dirigirse a “mantener los bancos existentes actualmente, por tratarse de un elemento de interés, distribuyéndolos sobre el nuevo espacio que se genere”.
Control arqueológico
En el informe también se advierte, de la misma forma en que se hace con otros proyectos de este tipo, que teniendo en cuenta el “alto potencial del registro arqueológico que se conserva al interior de la delimitación del BIC Zona Arqueológica de Huelva”, habrá que realizar una Actividad Arqueológica Preventiva de Control de Movimientos de Tierra, “con objeto de comprobar la existencia de restos arqueológicos o paleontológicos y, en caso de que se compruebe la existencia de éstos permitir su documentación con metodología arqueológica y la recogida y recuperación de bienes muebles”, algo que deberá comunicarse a la Delegación de Cultura para valorar las siguientes actuaciones a realizar.
A la reunión de la comisión, que estuvo presidida por el delegado territorial de Cultura, asistieron el jefe de Servicio de Urbanismo del Ayuntamiento de Huelva, Javier Olmedo, y Águeda Domínguez, arquitecta responsable de proyectos y obras del Consistorio, así como José Luis González, arquitecto autor del proyecto, para dar información sobre diferentes aspectos de la actuación. En la reunión, según recoge su acta, se propuso también “crear un grupo de trabajo junto con técnicos de la delegación para la mejor ejecución de la obra que resulte autorizada”.
