La familia Montoya es conocida en la provincia de Huelva por el amplio historial delictivo y, de hecho, los vecinos de Cortegana se echaron a la calle en 2015 para exigir su salida del municipio.
Manuel Montoya es padre de nueve hijos y quedó viudo hace unos años. Bernardo y Luciano fueron los más peligrosos y han pasado gran parte de sus vidas entre rejas. Esto provocó que se despertara una gran alarma social en Cortegana y que los vecinos presentaran escritos, mensajes y whatssap a la Guardia Civil y al propio Ayuntamiento. La familia Montoya se defendió y tildó de “racistas” a los vecinos de Cortegana por ser de etnia gitana.
Según han indicado vecinos del citado municipio onubense a Viva Huelva, “tenemos miedo y nunca lo hemos dejado de tener, porque aquí hay gente peligrosa. Ya se ha demostrado”.
Y a las pruebas se remiten. Bernardo fue condenado por matar a una mujer de 82 años al entrar en su domicilio y clavarle un machete en el cuello; se fugó durante dos semanas en un permiso penitenciario en el año 2009; amplió su estancia en la cárcel por amenazas a una mujer en el 2010 al colocarle un cuchillo en el cuello y decirle “como grites, te pincho” mientras trataba de arrastrarla a una zona de maleza; le clavó un cuchillo de cocina, 17 centímetros de hoja, a un perro; fue condenado en 2015 por un delito de robo con violencia en grado de tentativa, un delito de robo con violencia y un delito leve de lesiones tras adentrarse en una casa para llevarse dinero; e intentó sustraerle un bolso a una mujer de 85 años en el año 2015 en Cortegana.
Para colmo, su hermano Luciano, más conocido como ‘El Laca’, salió el pasado lunes de la cárcel tras cumplir otra condena. ‘El Laca’ ha sido visto en Mazagón y Calañas, lugares que se han movilizado para evitar que visite o viva en sus municipios. Ahora miembros de la familia ‘desheredan’ a Bernardo.
