El tiempo en: Málaga
Publicidad Ai
Publicidad Ai

Jaén

Iglesia y fieles despiden al Papa Benedicto XVI en la Catedral

Lleno en el templo catedralicio en la Misa funeral presidida por el Obispo, Sebastián Chico, con la que la Diócesis ha despedido al Papa emérito

Publicidad Ai Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad Ai Publicidad AiPublicidad Ai

En la Catedral de Jaén.

La Diócesis de Jaén ha despedido al Papa emérito Benedicto XVI con una Misa funeral presidida por el Obispo, Sebastián Chico Martínez, en la Catedral, arropada por numerosos jiennenses.

La  Misa funeral por el eterno descanso de su alma ha sido concelebrada por el Vicario y Provicario General, otros Vicarios Territoriales, algunos Canónigos y más de 50 sacerdotes diocesanos. El toque de difuntos repicaba en la Catedral desde las seis y media de la tarde. En el primer templo de Jaén se dieron cita un numeroso grupo de fieles que quisieron honrar la memoria del Papa emérito.

Entre ellos, la Subdelegada del Gobierno, Catalina Madueño; el Subdelegado de Defensa, el Coronel Manuel Ignacio Martín Porres; el Comisario Jefe de la Policía Nacional, Adriano José Rubio Martínez; el Jefe Policía Local Jaén, Rafael Domingo Sánchez; el Teniente Coronel de la Guardia Civil, Francisco José Lozano Cerdán;   el Vicerrector de Proyección de la Cultura y Deporte, Felipe Serrano; y el presidente de la Agrupación de Cofradías de Jaén, Francisco Sierra, entre otros.   La capilla musical corrió a cargo del Orfeón Santo Reino.

Tras el Evangelio proclamado por el Diácono Permanente Jesús Beltrán, el Obispo comenzó una emotiva homilía cargada de agradecimiento.

“El Papa Benedicto XIV entregó toda su vida por Cristo y para Cristo, y desde Él a toda la humanidad, sirviendo de una manera especial a la unidad y a la catolicidad de la Iglesia”, dijo.

Finalmente, Sebastián culminaba su homilía ofreciendo la Santa Misa por el eterno descanso del Papa emérito. “El Papa Emérito Benedicto XVI terminó sus días diciendo con absoluta confianza: Jesús, te amo. Ofrecemos esta Santa Misa con la intención de que el Divino Redentor haya acogido ese último suspiro de Benedicto XVI, su servidor bueno y fiel, y con misericordia entrañable le otorgue la corona de gloria que no se marchita, por intercesión de la Bienaventurada Virgen María, Reina de los Apóstoles. Que así sea”, terminó el Obispo.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN