Los triunfos hacen falta

Publicado: 29/09/2013
El equipo es penúltimo y sólo supera al Real Madrid-Castilla que todavía no ha puntuado
Todos estamos tristes, muy tristes. La racha del Real Jaén en este inicio de temporada no depara alegrías, ni visos de que puedan llegar en un fututo inmediato, aunque ya se sabe que en fútbol todo puede ocurrir. La afición ya no está ni siquiera expectante, está desilusionada, apática y, hasta si me lo permiten, sin confianza a un equipo que había dado muchas satisfacciones en un tiempo reciente, pero que no responde a las esperanzas que se habían depositado en el reencuentro en la Liga Adelante.


Todas las derrotas hacen daño, pero la de Sabadell ha hecho ‘pupa’, mucha ‘pupa’, porque se esperaba la reacción definitiva del equipo en un desplazamiento y lo que ha logrado es una nueva goleada en contra. Después de cambio en los últimos partidos, aunque los resultados tampoco fueron excelentes, hacía presagiar que los primeros tres puntos como visitantes podían llegar al casillero jienense en el desplazamiento a Sabadell. Pero no fue así.


Otra vez los errores puntuales hicieron mella en un equipo que en la primera mitad jugó hasta con cierto desparpajo y con opciones de poder perforar la portería del canario, ex del Real Jaén, Nauzet Pérez. Jozabed y Jona pudieron hacerlo, pero no lograron materializar sus acciones. El que no perdonó fue Tamudo. El sempiterno delantero de Santa Coloma, que se rumoreó –nada mas lejos de la realidad-, que podía venir al Real Jaén, este verano, ponía, al filo de la campana del primer round, por delante a su equipo en el marcador. Una acción desafortunada de Dani Torres, en la recepción del esférico cerca de su propia área, propició que la pelota llegará al ‘18’ arlequinado que solo tuvo que empujarla al fondo de la red. Un auténtico mazazo para los de Herrero, pues fue un tanto psicológico de los que suelen hacer mucho daño.


En la segunda mitad el técnico de Andújar hizo cambios con la idea de controlar el marcador adverso, pero pronto de nuevo se tornaron las cosas con el penalti de Servando, que propició el segundo tanto local, obra de Aníbal. Jona pudo marcar pero su balón se estrelló en la madera. El Sabadell que había dado el balón a los jienenses para sorprender al contragolpe, hizo efectivo su juego en el marcador con el tercer tanto de Tamudo en la recta final del choque. Resultado claro pero inmerecido, sobre todo en el número de goles, para el Real Jaén que, como decimos, tuvo sus opciones pero que, una vez más, faltó materializar las jugadas en el marcador.


Decía Manolo Herrero en la previa del partido que “hay que ganar fuera para poder mantener la categoría” y con esas pretensiones se viajó a la ‘Nova Creu Alta’, un lugar poco propicio para puntuar por la solvencia y el poder que tiene el equipo arlequinado cuando juega como local. Que en tres de los cuatro desplazamientos el equipo blanco haya salido goleado, es un mal síntoma de que el poder defensivo, -no me refiero solo a la defensa-, de todo el equipo deja mucho que desear. Si a eso unimos que el equipo tiene limitaciones atacantes y poca puntería de cara al marco rival, las cosas se complican.


El juego de los jienenses no desmerece, las jornadas van pasando y, aunque todavía se puede decir aquello de que “queda mucha liga”, no podemos olvidar que la efectividad es lo que cuenta porque “goles son amores y no buenas razones”. Además, no sólo hay que tener en cuenta las derrotas, sino la forma que se están produciendo. Ganar o incluso puntuar fuera es complicado, pero si no se suman los puntos de casa, mucho más costará mantener posiciones consolidadas en la tabla. Aunque no podemos mirar hacia atrás, los tres puntos que se perdieron en el choque inaugural de la liga contra el Eibar, en La Victoria, están pensando y mucho, aunque esa situación quede ya lejos.


En cuanto a los hombres que está utilizando Herrero, tras algunos escarceos con los nuevos fichajes, el iliturgitano está contando mucho más con los que se quedaron de la temporada anterior. En la ‘Nova Creu Alta’, sólo tres de los once titulares son jugadores contratados para el presente ejercicio, y muchos parecen si tenemos en cuenta que, una vez más, Herrero sorprendió con la presencia de Jozabed en el once inicial.


Sea como fuere, aquí no se pueden dar ya más oportunidades a los rivales, sobre todo cuando el partido se juegue en ‘La Victoria’. El conjunto jienense con 4 puntos de 21 posibles, quiérase o no, está inmerso en una dinámica negativa y eso es muy peligroso. Se abren diferencias pero quedan algunos equipos todavía cerca, y no se puede dar vida a los rivales para que el Real Jaén sea la ‘percha de los palos’ y el lugar donde remediar los males con la suma fácil  de puntos. Es más, sin ‘rasgarnos las vestiduras’ porque quedan muchos puntos en juego, no se puede seguir impasible y sin buscar soluciones a estos malos resultados que obtiene el equipo. Siempre se ha dicho que los “buenos resultados clasificatorios se logran con los puntos de casa y sumando lo que se pueda fuera” y, de momento, eso es lo que debe de intentar el Real Jaén. Ante el Real Murcia, próximo visitante del municipal jienense, no se pueden ceder más puntos, porque aquí nadie regala nada y el Real Jaén, al menos esa es mi opinión, por un motivo o por otro, está dejando de sumar muchos puntos, que al final harán falta.


La situación no es plácida para el entrenador ni mucho menos para la plantilla. Los ánimos cada vez están más tocados cuando se observa que pasan las jornadas y no se suman los puntos necesarios para ocupar una posición tranquila. El momento es complicado y, sin querer ser agorero pregonando males o desdichas, hay que ser claros para sentenciar con firmeza que esto no puede seguir así. Cinco derrotas en siete partidos es síntoma de que el equipo no está bien, pero no podemos olvidar que en este grupo hay jugadores que pueden darle la vuelta a este inicio de temporada, y en ellos confía la afición, aunque ahora empieza a ver lejos el objetivo de la salvación.


Si las goleadas de Soria y Lugo se habían superado con el buen juego y triunfo ante el Girona CF, el correctivo recibido en Sabadell no debe servir para bajar la guardia, sino para que crezca la autoestima de jugadores y cuadro técnico y todos sean conscientes de su capacidad para sacar esta situación adelante. Entrar en decaimiento, en despropósitos, en sensación de impotencia que conlleva la aparición segura de nervios, son aspectos que hay que erradicar por todos los medios.
Aunque en la afición sí existen todos estos síntomas, en el vestuario todo deber ser distinto. Hay que alejarse del ambiente hostil y hacer grupo. La conjura para vencer al Real Murcia debe de ser el primer paso. Ese, de momento, es el objetivo más inmediato, lo demás queda por llegar. Los triunfos se hacen necesarios y no pueden esperar más.

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