El punto de culminación de la artesanía del mimbre en Los Villares se obtuvo en la década de los ochenta, siendo ésta una de las principales fuentes de ingresos de las familias villariegas junto con el olivar, hasta tal punto que en cada casa había un taller. Juan Miguel Ramírez es uno de esos artesanos homenajeados desde la página web del Ayuntamiento. Nació en 1942 y su vida ha estado ligada a esta artesanía. Orgulloso de sus raíces, defiende como precursor de esta artesanía en la localidad a su padre, al acabar la guerra civil. Para la familia de Juan Miguel, la labor creativa de tejer y dar forma a la retama, a la mimbre o a la sarga ha sido más que una forma de ganarse la vida, un estilo de vida.
Su padre, Francisco José Ramírez, acompañaba, cuando tenía 8 o 9 años a su tío al río Jaén a recoger mimbre, que posteriormente convertían en canastas de los hortelanos y otros aperos destinados a las tareas del campo. En el año 40 comenzó a trabajar por cuenta propia, recogían la materia prima en los ríos Eliche y Riofrío, iban a mojarla para poderla manipular y tejer al arroyo del “Tio Pio”, que se encontraba cerca de donde ellos vivían. Elaboraban sus productos y los vendían por diversos pueblos como Torredelcampo, Torredonjimeno, Jamilena, Martos, Jaén, La Guardia y hasta a la Venta del Gallo. Iban andando con un burro cargado de canastos vendiendo por la calle pregonando su mercancía, cuando Juan Miguel tenía 16 años Dejaron la venta ambulante para trabajar con empresarios villariegos.