La dimisión del vicepresidente de la Cámara de Comercio de Jaén, Enrique Cuesta, en la sesión plenaria del pasado lunes, hizo saltar todas las alarmas sobre la situación que atraviesa la entidad camaral, cuya situación financiera no termina de desbloquearse, pese a los programas pendientes de realizar y la compra del inmueble de la calle Hurtado por parte de la Diputación Provincial.
Según explica su presidente, Manuel Barrionuevo, la dimisión de Enrique Cuesta, que espera que no se haga efectiva, es fruto de la “impotencia” que dicen sentir muchos. En este sentido, Barrionuevo informa de que hay más de nueve millones de euros pendientes de entrar en la Cámara que están bloqueados por las demandas de extrabajadores que exigen el pago de sus nóminas y que provocan los embargos en el momento que existe liquidez.
Según explica, se trata de los 6.000 euros para las nueve Antenas Camerales; 1’9 millones de euros de los programas de Formación Joven (PICE); los 4’2 millones de euros de las Ferias del Empleo en 32 pueblos de la provincia, entre ellos, la capital; o los 2’7 millones de la venta del inmueble de la calle Hurtado y los dos pisos anexos. Además, la Junta de Andalucía aún adeuda a la Cámara de Comercio de Jaén alrededor de 160.000 euros.
Estas partidas, no pueden hacerse efectivas debido a los embargos dictados por la Justicia. En este sentido, Barrionuevo recuerda que la nueva dirección está “dejándose la piel” para traer proyectos que devuelvan la normalidad a la Cámara de Comercio, por lo que reclama unión. “Creamos todos en el proyecto”, añade el presidente, recordando que hay una entidad bancaria (Caja Rural) que está dispuesta a dar dinero, tal y como ya ha hecho, y no dejar caer a la entidad cameral. “Entiendo que los trabajadores que se han ido quieren cobrar. Es su derecho y nadie aquí se lo niega, pero de ese modo no es posible sacar adelante el proyecto”.
Consciente de que la situación está viciada y de que la entidad ha entrado en un bucle, Manuel Barrionuevo hace un llamamiento a la negociación y al acuerdo para que “todos” puedan cobrar (los empleados han recibido las últimas dos nóminas) y desbloquear el futuro, porque, según el presidente, “hay proyectos, hay dinero y hay una entidad bancaria que apoya”.
