Los dos principales núcleos de industria química, básica y energética de Andalucía, Campo de Gibraltar y Huelva, representan más de un tercio del valor de la producción de su sector en Andalucía, según el primer informe conjunto publicado por las asociaciones empresariales de ambas zonas, AGI y AIQB, con el propósito de resaltar la importancia de su actividad y reclamar un peso en la política industrial acorde con este potencial. La publicación se ha dado a conocer en un acto celebrado en Sevilla con la asistencia del Presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves.
El informe elaborado por un equipo de la Universidad de Sevilla dirigido por el profesor Francisco Ferraro por encargo de la Asociación de Grandes Industrias del Campo de Gibraltar y la Asociación de Industrias Químicas y Básicas de Huelva tiene un gran valor documental, ya que además de analizar por primera vez de forma agregada estas dos importantes concentraciones industriales, realiza un recorrido histórico desde sus orígenes y detalla las características de las 31 plantas de producción operativas en la actualidad.
Los municipios de Algeciras, Los Barrios y San Roque y los de Huelva y Palos de la Frontera vienen concentrando desde la década de los años sesenta del pasado siglo un creciente  número de empresas -predominantemente industriales-, que han situado a ambas comarcas entre los espacios de mayor actividad y dinamismo de la economía andaluza. Además, en un tiempo de crisis como el actual, la estabilidad de las producciones y empresas allí instaladas -aunque no exentas de amenazas que ya se empiezan a manifestar- le configuran como una de las más sólidas bases de la economía regional.
La dimensión de las empresas de AGI y AIQB contribuye de modo determinante a la posición que ocupa Andalucía en varias agrupaciones industriales: es la primera de España en energía y en producción, transformación y fundición de metales, y la segunda en refino y químicas. En conjunto Andalucía ocupa la segunda posición nacional en términos de valor de la producción, con un 10,9% del total tras Cataluña, que aporta el 23,4%.

Valor y sectores
El valor de la producción de las empresas integradas en AGI y en AIQB creció más de 10.000 millones de euros en el periodo 1998-2007, situándose en 16.385,5 millones de euros en 2007, lo que supone prácticamente triplicar la cifra en una década.
En el desglose de la producción destaca el peso del refino de petróleo, 49% del total. La segunda posición corresponde a la fundición de metales, con el 27%, seguida de la industria petroquímica que aporta el 11% del valor de la producción. Tras estos tres grandes grupos se encuentra la química inorgánica básica, 2%;  fertilizantes, 2%; y la industria papelera, 1%.
La generación de energía eléctrica tiene una importancia creciente en el seno de AGI y de AIQB y supone ya el 6% del valor de la producción. Está conformada por centrales térmicas, cogeneración y un parque eólico. A ellos se suman dos actividades relacionadas con la energía: el envasado y trasvase de gases licuados de petróleo y la regasificación de gas natural licuado.
Finalmente, están presentes dos actividades relacionadas con el transporte marítimo. La terminal de descarga de carbón en Los Barrios y la terminal de trasbordo de contenedores en Algeciras, donde se realizó el 34% de los transbordos de contenedores en los puertos españoles en 2007. Aportan un 1% del valor de la producción de las empresas asociadas.

Inversión y empleo
Durante el año 2007 las empresas integradas en AGI y AIQB realizaron inversiones por importe de 488 millones de euros.  Casi 403 millones se aplicaron a la ampliación o mejora de procesos productivos mientras que se destinaron 56 millones a instalaciones y equipos de protección ambiental. Con la finalidad de preservar la seguridad y salud laboral se invirtieron 17 millones de euros, dentro de una trayectoria de buenas prácticas preventivas que se traducen en unas cifras de accidentabilidad muy bajas.
Las inversiones realizadas en la última década totalizan 5.277 millones de euros, motivando la mayor concentración territorial de inversión privada que se ha producido en Andalucía. En esta inversión destaca especialmente la instalación de nuevas centrales de generación de energía eléctrica (ciclos combinados) y la modernización de una de las ya existentes.
Son también muy significativas las inversiones de ampliación de la capacidad petroquímica y el inicio de la ampliación de la Refinería La Rábida.
En el presente ejercicio y en los dos consecutivos, este esfuerzo inversor tendrá continuidad en más de 2.000 millones de euros, lo que demuestra la apuesta del sector por Andalucía y su vocación de permanencia.
El empleo en las plantillas propias ascendió a 8.874 personas en 2007, de las cuales casi un 90% disponían de un contrato indefinido. Las empresas auxiliares dedicadas a tareas de mantenimiento y servicios ocuparon a 4.701 personas. La ejecución de obras y montaje de instalaciones dio empleo a otras 1.498 personas. En definitiva, el empleo directo en  las empresas de AGI y de AIQB durante 2007 ascendió a 15.073 personas.

Demandas y amenazas
Los datos constatan la gran potencia de estas dos localizaciones industriales que "sin embargo apenas se refleja en el vigente instrumento orientador de la política industrial andaluza, el Plan Andaluz de Desarrollo Industrial 2008-2013 y el Programa que precisa su aplicación, que no analiza suficientemente sus ramas de actividad ni las califica como estratégicas, aunque si lo sean otras mucho menos relevantes en cuanto al volumen de producción o el peso en la economía andaluza o española".
Uno de los objetivos fundamentales del estudio ayer presentado es proporcionar información sobre dos realidades industriales no abordadas de forma conjunta hasta este momento, facilitando así su mejor conocimiento para que las administraciones competentes y la sociedad en general, presten al sector la valoración y el reconocimiento que les corresponden después de décadas de presencia en Andalucía.Este propósito divulgativo cobra aún mayor relevancia en un contexto de crisis generalizada en el que la previsión para las provincias de Cádiz y Huelva apunta tasas de crecimiento del PIB próxima a cero en 2008 y negativa en 2009. Los complejos industriales del Campo de Gibraltar y Huelva -si bien sensibles ya a los primeros efectos negativos en términos de producción y empleo- pueden ser un factor de estabilidad relativa de las economías provinciales, ya que buena parte de sus producciones se caracterizan por la baja elasticidad de la demanda.