El presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, desveló en el día de ayer la nueva configuración del Gobierno autonómico, que se ha convertido, a su vez, en una especie de prolongación del proceso de renovación impulsado hace poco más de una semana en el Congreso Regional del PSOE. Como entonces, Griñán ha demostrado tener muy claras cuáles son sus ideas, sus intenciones y el tipo de perfil político que considera adecuado para las circunstancias actuales.
En este sentido, antes de entrar a valorar nombres y decisiones estructurales, Griñán ha antepuesto el mensaje que pretende trasladar a la sociedad con su “reordenación”, orientada a “incrementar la eficiencia de la Administración y a impulsar políticas de crecimiento económico”. Y el mensaje se ha traducido en la fusión de diferentes consejerías, que le ha permitido reducir el número de consejeros de quince a trece, y en la creación de una macroárea económica encabezada por la Consejería de Economía, Innovación y Ciencia.
Con respecto a los nombres, el presidente ha asignado nuevas competencias a consejeros ya presentes en el Gobierno, caso de Mar Moreno -convertida en el nuevo gran referente de la Junta como consejera de Presidencia y portavoz- y Antonio Avila, al que ha encomendado el área de Economía, que se ajusta mucho mejor a su perfil de técnico. Con respecto a las incorporaciones hay que destacar el regreso (rescate) de Paulino Plata para asumir Cultura, y la incorporación de Francusco Alvarez de la Chica (Educación), Manuel Recio (Empleo) y José Juan Díaz (Medio Ambiente).
El cuadro, por supuesto, se completa con los consejeros relevados: Cinta Castillo, Martín Soler, Juan Espadas, Rosa Torres y el jerezano Antonio Fernández. Eso, en líneas generales, porque la letra pequeña y las lecturas localistas dicen más cosas y afectan directamente a la provincia de Cádiz, que si ya constató la pérdida de poder en la nueva Ejecutiva Regional del PSOE, ha visto ahora reducida su representación en el nuevo Gobierno a un solo consejero, Luis Pizarro, que suma a Gobernación el área de Justicia y, de paso, se convierte en el único referente de la vieja guardia socialista (y de Chaves) preservado por Griñán.