La procesión de la Virgen del Carmen ha tenido este año caracteres casi extraordinarios, al tratarse del último 16 de julio previo a la celebración del centenario de su coronación canónica, que tendrá lugar el próximo mes de abril.
La anual presencia de la Reina del Carmelo por las calles de Jerez
ha recogido de algún modo los frutos sembrados a lo largo de estos últimos años en las sucesivas misiones que han llevado a esta ancestral devoción por la periferia de la ciudad.
Y es que desde que se inició la cuenta atrás hacia ese centenario ha sido habitual la presencia de la Santísima Virgen en lugares ciertamente insospechados, dando lugar a estampas difícilmente repetibles que han permitido reverdecer la devoción acumulada a lo largo de los siglos.
El cortejo inició su salida al filo de las ocho y cuarto de la tarde, en una tarde no excesivamente calurosa si se la compara con las de otros años. La comitiva tomó por su itinerario habitual, que la llevaría hacia la calle Tornería para, una vez en la plaza del Clavo, buscar Larga y Lancería por Eguilaz. Arenal, Consistorio y plaza de la Yerba acercaron a la Reina del Carmelo a su templo, al que llegó por Plateros y Sedería.
Raúl Vázquez ejerció como capataz de la cuadrilla de costaleros, contando la Santísima Virgen con el acompañamiento de la Banda de Música Maestro Tejera, de Sevilla, que como es preceptivo ofreció un selecto repertorio de marchas procesionales en el cua
l no faltó la marcha ‘Reina del Carmelo’, una de las joyas surgidas de la inspiración de Germán Álvarez Beigbeder.
La Virgen del Carmen volverá a salir a la calle en abril, de manera extraordinaria y para celebrar el centenario de su coronación canónica. Antes, a principios de noviembre, tiene previsto visitar el cementerio de Nuestra Señora de la Merced para rendir homenaje a generaciones y generaciones de devotos ya fallecidos.