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La remolacha se pudre en el campo por el mal estado de la azucarera

COAG lamenta el “deterioro” de las instalaciones de El Portal y al “déficit de planificación” de la campaña

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  • La azucarera del Portal -

El “déficit de planificación” de la campaña y el “deterioro” de las instalaciones de la azucarera de El Portal –que es la única operativa en la zona sur- están provocando un sensible retraso en la recogida de la remolacha, que en ocasiones termina pudriéndose en el campo.

COAG ha dado la “voz de alarma” ante la “calamitosa situación” que están viviendo fundamentalmente los remolacheros de las provincias de Cádiz y Sevilla, que observan cómo la fábrica azucarera “no recoge sus cultivos”, lo que provoca que “cientos de hectáreas permanezcan en el campo a la espera de su recolección”.

El retraso es “inasumible” para los agricultores, dado que genera “un sobrecoste en las dotaciones de riego disponible”, algo “del todo inaceptable” en el contexto actual. Más aún cuando el inicio de cultivos como las hortalizas precise también de esa agua.


En algunas zonas existe “riesgo de pudrición” y todo ello genera “pérdidas insostenibles” para los agricultores, que ven cómo sus cálculos y acuerdos de inicios de temporada se han ido al traste.

COAG admite que las expectativas de producción iniciales se han superado “entre un 5 y un 10 por ciento”, pero esa cantidad “debería haber sido asumible” para la azucarera “si estuviera en perfecto estado y se hubiera procedido a su correcto mantenimiento entre campaña y campaña”.

El sector está ‘pagando el pato’ de “un retraso inasumible”, recordando a este respecto que la campaña se inició a finales de mayo y debía haber durado unos 50 días y que sin embargo la previsión es que “hasta mediados de agosto” no se pueda terminar la recogida.

“Tenemos remolacha en el campo pudriéndose y otra que lleva 20 días sin riego porque se suponía que la máquina iba a pasar a recogerla. Está siendo un descontrol y una incertidumbre tal que el cultivo no puede sostener”, explica Miguel Pérez, secretario general de COAG-Cádiz.

Tanto es así que “la tensión entre los remolacheros es inaguantable”, por lo que urgen “respuestas” y la asunción de “responsabilidades”.

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