Alba Barrera ha superado con éxito su transplante de médula ósea. Es, de un lado, la gran noticia. Del otro, la felicidad y las emociones compartidas con su familia y amigos tras superar una semana muy complicada. Ha podido ser el mejor regalo de cumpleaños: el domingo celebraba sus 29 desde la ventana de su habitación, la 609, mientras todos los suyos lanzaban globos al cielo y le cantaban y felicitaban desde el exterior, incluido su pequeño Leo, del que le hicieron llegar una tarjeta con la huella de su mano. Pero, sin duda, ha sido mucho más: el retorno de la alegría y el triunfo de la esperanza después de tantos meses aguardando una salvación.
"23 de septiembre. Volví a nacer". Así lo expresaba la propia militar jerezana a través de su perfil de redes sociales desde la habitación del hospital, con un largo mensaje en el que daba las gracias a todos los que "me habéis acompañado en todo mi proceso -no se olvidó de nadie: Mamá, papá, hermana Sara, hermana Miriam, gordi, Leo, Hugo, Lya, Tam, Tata Ika, Rafa, Chiki, Tata Rosa, Abuela Gracita, Martina, Abuela Mati, Abuelo Manolo, Abuelo Paco, Tato Juanma... y un largo etcétera-. Mil gracias por estar y por haber estado. Hoy he vuelto a nacer. Y no me he sentido sola".
También su hermana Sara lo celebraba desde su redes sociales: "TRANSPLANTE DE MÉDULA SUPERADO CON ÉXITO !!!!!!! Lo siento, no podía quedarme quieta. Pues hoy volvía a nacer mi hermana, y esto había que celebrarlo por todo lo alto, a lo grande, que se entere todo el mundo!!!! Necesitaba hacer voz, quería celebrar que sí se puede, seguir demostrándole que no está sola. Llevo días hablando con ella y como veis en sus redes desde hace unos días atrás, no estaba muy bien de ánimos. Hoy me voy feliz, porque ha nacido mi hermana, porque han vuelto q ser padres mis padres, porque ahora es la tía más mayor y más pequeña para mis sobrinos, y porque ha vuelto a ser madre y hermana. La he hecho feliz, la he visto feliz y la he sentido. Hoy el cielo brillaba más que nunca, y tú lo has visto con tus propios ojos".
Alba ha ido narrando día a día todo el procedimiento, detallando tanto las sesiones a las que se sometió en el Hospital Virgen del Rocío, como las recibidas en Jerez, donde pasó los peores momentos, que ahora forman parte del recuerdo, tras demostrar que sigue siendo "más fuerte que el vinagre de Jerez".
También momentos inesperados, como el relatado sobre su abuela, que aprovechó la semana para tatuarse, precisamente, ese logo: Más fuerte que el vinagre de Jerez. “A la vejez, jajajajajaja”, apuntaba Alba: “El amor que siente y la sonrisa que tenía no la olvidaré jamás. Te abrazo fuerte abuela y lo conseguiré, lo conseguiremos”.
