Afanas Jerez y el reto de un "camino nuevo" tras 60 años de gran labor social

Publicado: 06/10/2024
Su dedicación ha pasado de un modelo basado en la protección al del acompañamiento, para que las personas con discapacidad puedan decidir por sí mismas
Todo comenzó un 25 de octubre 1964 con la habilitación de una nave levantada sobre unos terrenos de lo que hoy se conoce como la Avenida de Europa, y de la mano de una serie de personas que pusieron su empeño y dedicación para hacer posible que Jerez contara con una asociación dedicada a atender a personas con discapacidad.

Esa asociación, que ahora cumple 60 años de historia, es Afanas Jerez, y entre esos impulsores hay una figura fundamental, María Dacia González Gordon -fallecida hace apenas un par de semanas a los 103 años de edad-, que incluso viajó a Estados Unidos para importar el método Dowman, que situó a Jerez como un referente socioeducativo de primera magnitud a nivel nacional. Y junto a ella, en aquellos primeros años, José Belmonte, por entonces concejal en el Ayuntamiento, Francisco San Pablo, del Banco de España en Jerez, y Antonio Villar, que fue el primer presidente de la Asociación.

Posteriormente, Carlos González Gordon, primo hermano de María Dacia, donó una superficie de 5.000 metros en lo que hoy es la calle Afanas, que se ha convertido en uno de los tres grandes pilares sobre los que se sustenta su enorme labor social, que será reconocida este miércoles por el Ayuntamiento con el Premio Ciudad de Jerez a la Solidaridad.

“Estamos muy contentos. Es como un regalo. Los usuarios están todos entusiasmados, porque 60 años no se cumplen todos los días, y sobre todo después de tanta lucha para llegar hasta aquí”, apunta su presidenta, Eugenia García, que el pasado julio fue reelegida para desempeñar un segundo mandato en el que tiene el objetivo de “abrir un camino nuevo, sin olvidar nunca nuestras raíces, porque todos los que han trabajado, todos los usuarios que han pasado por la asociación la han enriquecido”.

Y profundiza en la idea: “Queríamos darle un aire nuevo a Afanas. Comenzamos por cambiar el logotipo este año, solicitado por el grupo de autogestores. Era un logotipo muy proteccionista, que es la imagen que daba Afanas. Fue bueno en su tiempo, se hizo con todo el cariño, pero hoy día no se tiende al proteccionismo, sino al acompañamiento, a que las personas con discapacidad puedan decidir por sí mismos y puedan hacer todo lo que quieran, ellos deciden”.

Se trata, en definitiva, de un cambio de modelo acorde con la evolución de la propia sociedad: de un modelo de servicio a otro de apoyo. “A las personas con discapacidad, antes se las incapacitaba y se les nombraba un tutor -recuerda la presidenta de Afanas-. Hoy día eso ha desaparecido. Ahora lo que hay es una curatela, para que la persona con discapacidad, dentro de sus capacidades, sea capaz de elegir lo que quiere hacer. Nuestro servicio es ya de acompañamiento, asesoramiento, de enseñanza, pero nunca de protección. No les vamos a decir lo que quieren ser o tienen que hacer, sino que son ellos los que nos dicen qué es lo que quieren hacer, y centramos los servicios en la persona. Lo importante es la persona. Y a cada persona hay que darle lo que ella demanda. Nuestro afán es que cada persona se complete y se desarrolle en su totalidad, socialmente, laboralmente, emocionalmente. No sólo trabajamos como se pensaba antiguamente que estaban ahí, hacen cualquier cosilla y luego para su casa. Eso desapareció hace mucho tiempo”.

En la actualidad, Afanas cuenta con algo más de 200 socios y atiende a unos 190 usuarios. Cuando se fundó la asociación prestaban atención temprana, pero desde muy pronto se limitó a personas adultas. “Aquí llegan cuando la educación reglada desaparece, tanto en centros especiales como de integración en centros normalizados. Al llegar a los 18 años tienen que salir de la educación reglada y tienen que decidir dónde ubicarse. Tenemos hombres y mujeres desde los 18 hasta los 82 años. Los acompañamos durante todo su recorrido vital”, destaca Eugenia García.

Y ese acompañamiento se realiza desde tres complejos diferentes: el Centro ocupacional especial de empleo -el Copad-, dedicado a Flaviano Valencia, otra figura indispensable en la trayectoria de la entidad; la Residencia de adultos, en la misma calle Afanas, que lleva el nombre de María Dacia González Gordon; y una residencia para personas con grandes necesidades de apoyo, junto a una unidad de día, en Pinosolete, la Residencia Vistahermosa. “Son tres centros diferentes, pero son cuatro servicios diferentes los que prestamos: residencia de adultos, de grandes afectados, centro ocupacional y unidad de día de grandes afectados”, señala la presidenta.

Entre los retos importantes de Afanas también está el de “integrar a las personas en los máximos puestos de trabajo en la sociedad, con tareas y talleres que les hagan sentirse útiles”, destaca Pepe Gijón, vicepresidente de la asociación, a la que lleva vinculado desde mediados de los años 80. “Nosotros, tras la enseñanza reglada, les damos un libro de posibilidades, de talleres de todo tipo, de carpintería, huerto, informática, lavandería, que ayuda a que las personas que se incorporan a que tengan una finalidad. Alguna de ellas tienen su propio trabajo aquí y a otras hemos conseguido que las contraten en empresas y el Ayuntamiento”.

Financiación

 Actualmente, para desempeñar su labor cuentan con el apoyo económico de la Junta, a través de conciertos, más las aportaciones de los socios y donaciones, pero, “desde la pandemia, los precios han subido más de un 20%, los salarios también, y los conciertos apenas lo han hecho en un 14 o 16%”, relata Gijón, que destaca que es una de las principales reivindicaciones que están trasladando a la Junta de Andalucía en este momento. “La financiación no es viable en estos momentos -apostilla Eugenia García-, y tendremos que movilizarnos”.

Gijón admite que “hay dificultades grandes en todas las asociaciones, pero en el caso concreto nuestro, al ser de los más antiguos, tenemos personas muy mayores. Y discapacidad y edad son dos situaciones muy difíciles, porque necesitas más personal. La administración debería hacer un esfuerzo para ayudarnos a seguir adelante con nuestra labor”.

A este respecto, la presidenta de Afanas destaca un aspecto muy importante: las competencias están delegadas en cada comunidad autónoma, “y hay mucha diferencia entre unas y otras. Nosotros tenemos copago, los usuarios tienen que pagar parte de su pensión y el resto lo aporta la Junta. En Madrid o País Vasco, no hay copago. Acceden a los centros y no tienen que pagar nada, por lo que se está dando un agravio”.

Pese a las dificultades, no pierden la sonrisa, ni tampoco la emoción al comprobar, por ejemplo, el éxito de La repera, una tienda a iniciativa de sus propios usuarios, en la que una vez a la semana venden sus manualidades. “Su autoestima les ha hecho llevar el proyecto adelante. A partir de un taller de manualidades compraron una máquina de serigrafía y decidieron montar la tienda. Se abre una vez a la semana dos horas. Hacen camisetas, cuadernos, recuerdos para bodas... Ellos son los dependientes, con una monitora de apoyo, pero la han decorado, han hecho las estanterías en nuestra carpintería, la mesa…, todo”, describe con satisfacción la presidenta.

Centro Educativo Especializado y la Fundación Tutelar Afanas

Es un hito más dentro de una trayectoria en la que, por ejemplo, hay que resaltar la apertura del primer Centro Educativo Especializado, fruto del empeño, a su vez, de otra de las personas que han dejado su huella durante su paso por la asociación: Mariele Ríder. “Ella hizo los movimientos para que se creara y fue su primera directora. María Dacia y Mariele Ríder han dado parte de su vida por Afanas. María Dacia nos ha dejado con 103 años, pero es que con 102 vino a dar los regalos a Vistahermosa”, recuerda Pepe Gijón.

“Es un trabajo duro, pero tenemos muy buen equipo profesional y nos da muchas satisfacciones el trabajo que se hace. Ves la alegría. Son muy puros. Tienen 60 años, pero en muchos casos es como si tuvieran 6, otros no, gracias a Dios, pero esa  sonrisa te cubre el esfuerzo que se hace”

“El objetivo es continuar y que la sociedad sepa que Afanas sigue aquí y que lleva 60 años”, subraya el vicepresidente de la entidad, quien destaca asimismo la existencia de la Fundación Tutelar Afanas, para que aquellas personas que se quedan sin familia, puedan ser acogidas y cubrir sus necesidades. “Tenemos ocho usuarios que dependen a todos los efectos de Afanas. Nosotros somos su familia de verdad”.

Premio Ciudad de Jerez

Este miércoles, cuando reciban el Premio Ciudad de Jerez, y, en especial, el día 22, cuando celebren el 60 aniversario, también tendrán presente otro nombre propio, el de Flaviano Valencia. “Ha sido una persona... -Pepe Gijón hace una pausa-. Me emociono cuando hablo de él. Más no se puede dar. Lo dio todo por la asociación. Estuvo 26 años dedicado por entero a Afanas. Con él se ha hecho todo, porque empezó hace 50 años. Hizo la residencia de Vistahermosa. Hizo la de María Dacia. Y renovó el centro ocupacional, al que le hemos puesto su nombre tras su muerte. Todo lo que teóricamente estamos naciendo nace del espíritu y dedicación de lo maravillosa buena persona que era”.

Eugenia García, que le sucedió al frente de la asociación, recuerda que “era un hombre muy conciliador, y te transmitía el amor que sentía por Afanas. Fue un ejemplo y una pena que se nos fuera tan pronto” -en 2021, apenas un año después de que dejara la presidencia-.

 

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