El castellonense se sobrepone con un golpe imposible, con los pies en el agua y la bola en un talud de piedras, a una trampa mortal del hoyo 17.
Es un golpe único que entrará en la historia del hoyo 17. En esa mitología de tantas bolas al agua, de albatros imposibles de Jiménez o McDowell o del día donde el mismísimo Tiger Wood se descubrió quitándose la gorra. Sergio García caminaba feliz por Valderrama cuando llegó al hoyo 17. Había conseguido el liderato con un juego de dulce: tres birdies y un bogey en los primeros nueve hoyos, y luego dos birdies más, Había desbancado a Ramsey con autoridad y marcaba un margen de uno o dos golpes con su compañero de partida, Jiménez, su gran rival por el título.
Y en esas llegó al 17 y ahí Valderrama le impuso una dura prueba. Su salida de tee fue mala y se fue a la izquierda de la calle, al bunker; ahí García dio un golpe que resultó fatídico al imprimirle demasiada fuerza; en lugar de caer la bola delante del lago del green del 17 para preparar un buen aproach, la bola rodó demasiado y se quedó colgando en el pequeño talud de piedras que separa la calle del agua; a un tris de declararse injugable. Un lugar insólito, una imagen insólita en toda la historia de Valderrama.
Un golpe histórico El liderato le ponía una prueba muy dura. García u optaba por dropar y cargarse con dos golpes más; o se hacía el valiente e intentaba golpearla. Después de más de diez minutos dando vueltas alrededor de la bola, las laderas del 17, repletas de público, rugieron como uno de los grandes días: García se disponía a quitarse los zapatos y los calcetines. Con los pies ya en el agua fría García en lugar de retroceder y golpear hacia la calle para buscar un aproach más cómodo se arriesgó aun más y buscó el green. Con un golpe magistral sacó la bola de las piedras pero le imprimió demasiada fuerza y se fue al rough de la ladera de enfrente.
El público, entregado ante la valentía y la garra de García, le premió con una atronadora ovación.Incluso el castellonense pudo salvar el par del hoyo ya que realizó una salida de rough sensacional que le dejó un putt para hacer par de apenas más de un metro. Pero ahí sí falló García y concedió un bogey; merecía haber hecho el par.
La dura prueba impuesta por el 17 fue superada con notable alto que incluso salió reforzado de su infortunio y tuvo la fuerza mental de hacer un último birdie en el 18 con un maravilloso segundo golpe que dejó a medio metro de la bandera para birdie.Terminó en la clasificación con -6, líder absoluto a dos golpes de los segundos, tras hacer una tarjeta de 67 golpes. García demostró que su juego es sólido, perfectamente adaptado a Valderrama, y es el máximo favorito para romper hoy la maldición que dice que nunca un jugador español ha ganado en el campo sanroqueño.
Jiménez, el gran rival Valderrama no fue tan fiero ayer como otros días, gracias a que el viento de poniente fue mucho más tenue que otros días. No obstante, su fiereza siempre está ahí como demuestra que sólo cuatro jugadores son los únicos en bajar el par del campo.
Como era previsible Ramsay no pudo soportar el fuerte ritmo que impone este campo y a pesar de su entrega terminó con 73 golpes para sumar -3. Hizo dos birdies y cuatro bogeys; especialmente sangrante fueron los del 17, donde cayó en el bunker; y luego en el 18 donde se fue a los árboles donde necesitó dos golpes para salir de ellos.
El gran rival de García hoy será su compañero de partida y amigo Miguel Ángel Jiménez. Los dos arrastraron muchísimo público siendo una de las partidas con más seguidores en mucho tiempo. El de Churriana es incansable y no falla. En la jornada de ayer dejó dos eagles para el recuerdo, en dos pares cinco, en el 4 y 11; realizó una tarjeta casi limpia con solo un bogey en el 15. Hizo 68 golpes, con menos cuatro al final.
Y el cuarto invitado con el honor de estar bajo par fue el sueco Christian Nilsson que hizo la tarjeta de su vida con sólo 65 golpes, pasando de empezar con más dos a terminar con -4, empatado con Jiménez. Encadenó cuatro birdies consecutivos entre los hoyos 4 y 7, bogey en el 8, y otro birdie en el 9; luego tres birdies más, dos de ellos en el 17 y 18, y un bogey. Un tarjetón.
El resto de humanos se defendió como pudo ante Valderrama. Cañizares hizo 71 (+1) y está entre los mejores; al igual que Castaño con 70 golpes (+2); y Fisher, con 69 (+2). El resto fue una decepción continua. Olazábal hizo 76 (+12); Rose, 74 (+4); Larrazábal, 73 (+7); Kaymer, 73 (+6) y McDowell, 81 (+14).