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?El Campus Tecnológico no será una realidad a corto plazo?

La delegada del rector, Inmaculada Santiago, valora para EL FARO los principales asuntos de actualidad para el Campus de la Bahía de Algeciras

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  • Inmaculada Santiago -
La victoria en las elecciones de la Universidad de Cádiz de Eduardo González Mazo como nuevo rector trajo consigo una medida inmediata en el Campus de la Bahía de Algeciras, como fue la supresión del Vicerrectorado, que había asumido en los últimos años Francisco Trujillo. En su lugar, González Mazo creó la Delegación del rector en el campus, una figura que ha recaído sobre Inmaculada Santiago. Las dudas generadas por el cambio y el trabajo que se abre para el nuevo equipo de Gobierno representan un nuevo escenario. Inmaculada Santiago reflexiona acerca de este y otros aspectos académicos en una entrevista concedida a EL FARO INFORMACIÓN.

¿En qué se está centrando actualmente su trabajo, con motivo del inicio del curso académico?

—En principio trabajamos en una serie de cosas sobrevenidas que vienen a diario y que no están previstas ni planteadas, en parte porque esta delegación asume problemas que llegarían a los vicerrectorados, y que se tramitan por otros vicerrectorados. Ahora, la parte principal de nuestro trabajo es que el antiguo edificio del Hospital Militar esté totalmente adecuado para que los grados comiencen allí. Luego, el funcionamiento de todo lo que es la Universidad en cuanto a información y proyectos generales de todo el equipo directivo. Enterarnos de cómo está todo. Y vamos a seguir haciendo actuaciones. De hecho, algunas de las cosas que están previstas no se han comenzado por el hecho de que falta todavía conocimiento en algunos aspectos. Hoy (el pasado miércoles), por ejemplo, la estructura de esta delegación, que cuenta con una Dirección de Secretariado, vamos a Cádiz porque va a tomar posesión de la misma una persona.
¿Y cómo lo está encontrando todo?
—Ni bien ni mal, sino que en muchos aspectos había desconocimiento, porque no había un protocolo establecido de que, cuando se deja un equipo, cómo se le deja al siguiente organizado. Aquí no es el caso, porque con el Vicerrectorado ha habido una buena comunicación y facilidad a la hora de recibir aquello que se estaba haciendo.
¿Qué queda para finalizar el traslado al Hospital Militar?
—Los grados no se han trasladado ninguno todavía. Están los títulos que tenían los centros adscritos. Todavía teníamos un tema de voz y telefonía, que se está trabando en ello, y ya empezaremos con el traslado. Organizar, sin apenas aulas, para mantener estos grados en el centro, está suponiendo una serie de problemas que son el día a día. El problema es tener tantas titulaciones en el centro sin que haya cabida para ello. Hacer un movimiento de gente continuamente. Ahora ha comenzado el aula de mayores, y ello está suponiendo problemas. Para los grados sí hay espacio, además de para las titulaciones a extinguir de los centros adscritos.
¿Cuáles son los principales proyectos a largo plazo?
—No tenemos grandes proyectos, porque, entre otras cosas, lo que queríamos era situarnos donde estamos, y a partir de ahí construir y proyectar esas actuaciones. Ahora estamos en ese día a día que nos devora un poco y haciéndonos un poco con el puesto. Los proyectos son más bien a medio y corto plazo. A largo plazo, a parte del edificio de la calle Capitán Ontañón, que es donde se ubicarán esos grados, no tenemos ahora grandes proyectos hasta asentarnos bien y tomar el pulso de lo que hay.
¿Cuál es la situación actual del proyecto del Campus Tecnológico?
—En los Alamillos, que es por lo que se ha apostado, sería la joya de la corona. La Universidad trabaja siempre para que pueda ser una realidad, y trabajaremos para que así lo sea. Pero se nos escapa de las manos la financiación de la Junta, del Gobierno y de la Unión Europea, y tal y como están los tiempos vemos ahora que no será una realidad a corto plazo. Más bien a medio. Por eso, no podemos implicarnos más de lo debido, pero sí tenemos que luchar en todos los foros necesarios.
Los sindicatos aseguran que el proyecto no se hará finalmente realidad...
Entiendo que los sindicatos digan eso. Por parte de la Universidad seguiremos apostando por eso, para que el Ayuntamiento presione y la Junta y demás. Es una solicitud que el rector hace cada vez que se reúne con los gobernantes correspondientes. El proyecto está estancado porque el dinero inicial con el que se tenía que partir, por una serie de problemas, había que gastárselo ya, si no el problema podía ser que nos lo quitaran, y entonces pues se va a utilizar en este edificio de la calle Capitán Ontañón. La intención de la Universidad de Cádiz es que esto no se quede ahí
¿Qué función va a ejercer el edificio de Capitán Ontañón dentro del proyecto del Campus Tecnológico?
—Va a llevar también una parte de instituto e investigación y otra de docencia. No tiene por qué ser exclusiva de las ciencias sociales. Habrá cabida para los institutos que se puedan crear en esa rama, como puede ser el portuario, que no sé si al final se creará o no. Ahí no es que vayan a ir empresas, sino un centro de investigación.
En este escenario, ¿cabe pensar en la implantación de nuevas titulaciones?
—La única titulación que en principio entrará, no sé si para el año que viene o el otro, depende de los centros, es una Ingeniería de Energías Renovables. Eso estará probablemente para el año que viene. Esa está ya concedido, pero no hay nada más previsto a medio plazo. Habrá que asentar bien las titulaciones que hay, porque tendrán que ser evaluadas dentro de unos años, y eso sí que es uno de los proyectos, que esas titulaciones pasen esa acreditación a las que estaremos sometidos dentro de unos años, para que no se caigan las que tenemos. Lo que tenemos es que tener títulos de calidad y que esos títulos sean válidos, no abarcar titulaciones a las que no podemos dar esas garantías de calidad. Afianzar lo que tenemos. Estamos en el segundo curso de todos los grados, y hay que finalizarlos y darles la garantía de calidad.
Un ejemplo del caso contrario es la Escuela de Turismo, ¿no?
—Claro, para que siguiera tendría que tener unos parámetros de garantía, exigencia, profesorado, espacio… y cuando se nos solicita que nos hagamos cargo, legalmente no es factible. No es que la Universidad quiera o no quiera. En el caso de los otros centros adscritos se lleva trabajando para esa acreditación del profesorado en los últimos años. Ahí hay mucho que trabajar en ese tema. Se requieren requisitos que no todo el mundo los tiene.
Por lo tanto, ¿este será el último curso de la Escuela de Turismo? ¿Desaparecerá?
Me temo que sí. Se podrá ver en un futuro si esas titulaciones pueden empezar en un futuro próximo o lejano a impartirse aquí. Ese tema lo tenemos entre manos, pero no de hoy para mañana.
Otra necesidad del Campus de la Bahía de Algeciras es la de ofrecer la dimensión de una verdadera ciudad universitaria. ¿Se va a trabajar en esta línea?
—Eso es lo que este equipo y todos han pretendido. Son proyectos que no son ambiciosos, porque otros campus sí que los tienen. Y es por lo que tenemos que luchar. Esa es la ilusión de todos en Los Alamillos, donde se tenían que conjugar todos estos proyectos. Ahora, lo que va a pasar, hay que verlo. Vamos a seguir luchando en esa línea, de tener ese proyecto.
¿Cuáles son las principales novedades de los próximos Cursos de Otoño de la Universidad de Cádiz en Algeciras?
—A pesar de que hemos tenido menos financiación, se ha hecho un esfuerzo importante, con seis cursos que se impartirán finalmente. Se ha procurado que haya un barrido de todas las áreas que puedan interesar a la comarca, como cultura, derecho, ingeniería… Ha sido un abanico amplio de todo aquello que al alumnado y, en general, al ciudadano del campus le pueda interesar. Son cursos que, a veces, no se le da esa difusión, pero son internacionales, con dos cursos que se dan en la Universidad Abdelmalek Essaadi de Tetuán, y a los que los alumnos de aquí pueden acceder allí porque hay becas. Hasta ahora, los Cursos de Otoño no tenían una ubicación fija, y este año se van a celebrar todos en el edificio Kursaal, con la idea de fomentar este edificio.
Una de las soluciones que se ofreció a la situación crítica del centro de la UNED en la comarca fue su traslado a Los Alamillos. Ahora, ¿cómo está esa situación?
—Ya en los últimos tiempos esa idea estaba totalmente descartada. De hecho, el Ayuntamiento creo que había cedido ya algún espacio en concreto, que no sé exactamente, dentro de la ciudad, para la implantación del centro. La UNED no irá allí finalmente. Pero no ahora, porque no es que peligre, sino que ya no estaba en Los Alamillos.

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