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El juicio contra Juan Pablo Escribano será el 22 de abril

La Sección algecireña fijó la fecha en estos últimos días tras casi tres años de diligencias

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  • El acusado, Juan Pablo Escribano, se enfrentará a la justicia a partir del próximo 22 de abril. -
  • La víctima murió en brazos del hermano del presunto asesino, que padece de esquizofrenia
El juicio contra Juan Pablo Escribano, el presunto autor de las tres puñaladas que causaron la muerte al joven de 18 años Francisco Jesús González Chapaza, el 25 de mayo de 2006, será juzgado en la Sección algecireña de la Audiencia Provincial entre los días 22 y 23 de abril de este año, según informaron a este diario fuentes judiciales.

Escribano, actualmente con 29 años y quien según las informaciones recabadas en su momento sufre de esquizofrenia, fue detenido en la madrugada del día de autos en las inmediaciones del marcado Ingeniero Torroja, horas después de que González Chapaza falleciese como consecuencia de las tres heridas de arma blanca -una de ellas le atravesó el corazón-.

Según indicaron las fuentes consultadas, el Ministerio Fiscal considera acreditada la enfermedad psíquica que aquejaba al acusado, por lo que solicitaba su internamiento en un centro psiquiátrico. No obstante, la acusación particular representante de la familia y allegados de la víctima solicita una pena de cárcel que según las mismas fuentes podría superar los 20 años.

Hay que recordar, a este respecto, que los informes emitidos en su momento por el médico forense avalaban que padecía esquizofrenia, y que no estaba en posesión de sus facultades mentales en el momento en que cometió la agresión mortal.

El reo se encuentra aún cumpliendo prisión preventiva en un módulo especial para enfermos psiquiátricos del centro penitenciario de Botafuegos, según informaron fuentes cercanas al caso, si bien otras fuentes habían apuntado la posibilidad de que hubiese sido trasladado a Sevilla.

Cuando ingresó en el centro penitenciario, dijo no recordar nada de lo que había ocurrido la noche de autos. Sin embargo, recordaba muy bien el tiempo pasado en los calabozos de la Comisaría local de Algeciras -entonces únicamente existía la de la avenida Fuerzas Armadas- y que entonces los policías le habían retirado el tabaco y su mechero. Durante su estancia en Botafuegos, solicitó por activa y por pasiva que le devolviesen estos objetos, indicaron las fuentes consultadas por este diario en su momento.

Los motivos que habrían causado la agresión mortal están aún por dilucidar durante el proceso judicial, si bien fuentes consultadas por este diario apuntaban que el presunto asesino se reunió con su víctima, su propio hermano y un amigo del fallecido, quien por aquel entonces se desplazaba con muletas.

Fuentes cercanas al caso indicaron que durante aquel encuentro en casa del presunto asesino, éste habría comentado que tenía que proteger a su hermano de algo malo que iba a ocurrirle. Momentos después, la víctima y su amigo se marcharon de la casa. En base a estas informaciones.

Escribano salió detrás de ambos, logrando alcanzar al joven fallecido a las puertas de su casa y propinándole las tres puñaladas con un machete. Después, arrojó el arma homicida a un contenedor cercano, donde poco después fue recuperado por la Policía bajo las indicaciones del propio acusado.

En sus brazos
Las mismas fuentes, con acceso al auto judicial, confirmaban lo que ya se comentaba los días después del suceso, y es que el propio hermano de Escribano tuvo en sus brazos a la víctima mientras moría, ya que pudo escuchar sus gritos de dolor desde el balcón de la vivienda donde antes habían estado reunidos los cuatro.

Según pudo saber este diario, Juan Pablo Escribano estuvo bajo tratamiento médico por una enfermedad mental y antes de los hechos ya habría explicado a sus allegados que oía voces. Además, la Policía Local de Algeciras lo interceptó en aquellas fechas por portar un arma blanca cuando se plantó delante del escaparate comercial.

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