La inquietud y la alarma social que ha sembrado la confirmación del primer caso de ébola contagiado en España de la auxiliar de enfermería Teresa Romero también  se ha palmado esta semana en el Hospital de Jerez por unos momentos. El nerviosismo se generó a comienzos de semana después de que dos ciudadanos de Guinea que trabajan en Málaga y que una semana antes habían estado de vacaciones en su país natal se presentaran en la unidad de Urgencias del centro hospitalario jerezano con fiebre alta y dolores musculares. Una sintomatología similar a la de las personas contagiadas por el virus letal y que, pese a todo, no impidió que los médicos que estaban de guardia los asistieran sin más protección que los guantes de látex de rigor.


Teniendo en cuenta que estos días los nervios están a flor de fiel ante el cariz que han adquirido los acontecimientos en el Hospital Carlos III y el gabinete de crisis del Gobierno, cualquier paciente que presente síntomas relacionados con el ébola tiene al personal facultativo en alerta. En el caso de estos dos ciudadanos, informaron fuentes sindicales del  del hospital, “se descartó rápidamente” que se tratase de ébola y finalmente las pruebas a las que fueron sometidos confirmaron que tenían paludismo (enfermedad también conocida como malaria). Esta patología se transmite por la picadura de mosquitos infectados y se cura  mediante un tratamiento específico, el mismo que siguen en estos momentos estos dos pacientes de Guinea -donde hasta ahora se han confirmado unos 150 casos- en el mismo Hospital de Jerez.

piden más equipos de protección
No obstante, en consonancia con lo que ha ocurrido en el resto de hospitales del país que veían muy lejana cualquier posibilidad de contagio, en el hospital del Servicio Andaluz de Salud (SAS) de esta ciudad “se han puesto las pilas” esta última semana, aseguran las fuentes sindicales consultadas. Para ello, además de reforzar las sesiones informativas proyectando “más de 15 cursos” -los profesionales se habían quejado de recibir unas meras charlas de apenas 20 o 40 minutos- también se han dado instrucciones para pedir más equipos de protección individuales y más material tanto para los puntos de urgencia de estas dependencias como para los de los diferentes centros de salud. “Nadie se esperaba esto, pero vemos buena fe por parte de la dirección para proteger a los profesionales y se han comprometido a formar a los trabajadores tanto de los puntos críticos como del resto de departamentos”, indican las mismas fuentes sindicale