La cigüeña negra Bohemia, que llegó al Zoo el 25 de junio de 1998 junto a Checo, ha fallecido. Estos ejemplares nacieron un año antes en el Zoo de Praga, de la República Checa y fueron traídos hasta el nuestro para formar parte de la colección zoológica. Esta pareja tuvo 18 pollos que han sido distribuidos por zoos de todo el mundo. El primero de ellos, Oloroso, fue la primera cigüeña negra nacida en cautividad en nuestro país.
Era una de las especies que más se esperaba para formar parte de la colección zoológica, tanto por tratarse de una especie amenazada en nuestro país y escasa en los zoos, como por la larga tradición que ya tenía el centro en la reproducción de las cigüeñas blancas, y que tantas satisfacciones habían dado al instalarse una colonia en tras casi desaparecer de los cielos jerezanos.
Al contrario que su pariente la cigüeña blanca, que gusta de la proximidad de los humanos e instala sus nidos en los pueblos y cortijos, las cigüeñas negras son aves esquivas y hurañas, que escogen los riscos o árboles más inaccesibles y alejados de los humanos para instalar sus nidos, lo que hace que sean aves difíciles de adaptar y reproducir en cautiverio.
Nuestros recién llegados, la pareja formada por “Checo” y “Bohemia”, haciendo honor a su fama de difíciles, pasaron los primeros 9 años de su estancia en Jerez sin tener descendencia y hasta el 10 de mayo de 2008, tras 10 años de espera, no pudimos ver con satisfacción su primer huevo en el nido. Fueron finalmente dos los huevos, pero sólo nacería un cigoñino, al que bautizaríamos más tarde como “Oloroso”. Fue uno de los grandes éxitos conseguidos por el parque, pues son pocos los zoológicos que logran reproducir a esta especie y era la primera cigüeña negra nacida en cautividad en nuestro país.
Al año siguiente se repitió la cría y, esta vez con más experiencia, sacaron adelante a dos pollos. Desde que comenzaron a criar no han faltado a su cita reproductora ningún año, logrando sacar adelante un total de 18 pollos, los cuales han sido enviados a otros zoos de España y de otros países europeos en el marco de un programa europeo de cría en cautividad en el que participan más de 60 centros, aunque muy pocos de ellos tienen la suerte de reproducirlas.