El confinamiento no sabe de cumpleaños, ni cómo se solemos celebrarlo. Conscientes de que este año su abuela iba a tener un cumpleaños más solitario, una nieta decidió celebrarlo con ella en la distancia.
Para ello, contó con la complicidad de Manuel Jesús, repartidor de una conocida compañía en Jerez, que fue a buscar una pastelería abierta, comprar una bandeja de pasteles, ponerle un lazo e ir a llevarlo a casa de la abuela del cliente.
La cara de la señora al abrir la puerta y encontrarse con el repartidor y una bandeja de pasteles, será difícil de olvidar para Manuel. “Me alegro haber contribuido a hacer más feliz a esta persona mayor que se ha visto obligada a celebrar su cumpleaños lejos de su nieta”.