Cuando los vecinos de un bloque de pisos de la plaza Benaocaz de la barriada de La Granja vieron movimiento de policías en su edificio, pensaron que había ocurrido algo gordo. Afortunadamente, no hubo daños personales, pero lo que menos podían imaginarse era que los inquilinos de la cuarta y última planta, una pareja con dos niños, ocultaban en su interior una plantación de marihuana. Ocurrió el último fin de semana, a plena luz del día, tal y como relatan a Viva Jerez, cuando empezaron a ver entrar y salir del bloque a agentes vestidos de paisanos. Cuando bajaban, lo hacían cargados de “bolsas”, “sacos” y “macetas”. La Policía había desmantelado un cultivo ilegal de marihuana de la que los residentes de este edificio eran completamente ajenos.
Si bien en muchos casos, son los propios vecinos los que alertan a la Policía -las denuncias son completamente anónimas- de esta práctica, esta vez “el chivatazo no ha venido de aquí”, aseguran, básicamente porque nunca olieron nada raro, ni vieron movimientos que les hiciesen sospechar. “La pareja era muy rara, pero hasta llegar al extremo de tener una plantación en casa...”, señalan para referirse a los ocupantes de la casa, que fueron detenidos, pero “ya está otra vez aquí”.
Llevaban tiempo sin pagar la comunidad, pero esto no ha sido ningún problema para montar una plantación de marihuana en casa, tirando del contador de agua comunitario incluido en el recibo de la comunidad que pagan todos los vecinos, la mayoría de edad avanzada. La luz la tenían enganchada a una vivienda vacía que tiene el banco. “Tiene tela que les hayamos estado pagando el agua para criar marihuana. No es justo que se nos haga esto en el bloque. Es que podía haber salido ardiendo el cuarto de contadores”, critican.
En cualquier caso, convivir con una plantación de marihuana prácticamente en casa es desde hace tiempo el Padrenuestro de muchos bloques de pisos y unifamiliares de cualquier distrito de Jerez.