Dicen que, a quien madruga, Dios le ayuda. Al Málaga CF, desde luego, le sienta muy pero que muy bien. Los blanqiuazules sumaron su segunda victoria consecutiva tras vencer en la mañana del domingo 4 de febrero al Atlético Baleares, fruto de una gran actuación coral, con Roberto y David Ferreiro como protagonistas principales.
Pese a que el Málaga estaba siendo superior a su rival en los primeros compases, no había excesivas ocasiones por ninguna de las dos partes. Esta situación tocó a su fin llegado el cuarto de hora.
Gabilondo, muy inteligente, dejó pasar el balón en una jugada por la derecha, para que le llegase a David Ferreiro. El fichaje invernal dio un pase de la muerte a Roberto, que fusiló a Ramón Vila en el área pequeña.
Este 1-0 le dio un plus al Málaga, que comenzó a avasallar a su rival por todos los frentes. No pasaron ni cinco minutos cuando los blanquiazules ya pusieron tierra de por medio.
Manu Molina centró desde la esquina un balón al corazón del área. Allí apareció, una vez más, Roberto. Como si de un Boeing 747 se tratara, el de Puente Genil se sacó un tremendo cabezazo para llevar el 2-0 al electrónico y la locura a las gradas de La Rosaleda.
Sergio Pellicer apostó por David Ferreiro de titular tras darle sus primeros minutos en Granada, y lo cierto es que no decepcionó. El ex del Cartagena, que partía supuestamente como extremo, hizo estragos por el flanco derecho una y otra vez, con pases al espacio y verticalidad. De esta forma, acalló a los que le criticaban por su edad.
Los minutos pasaban y el Málaga quería más. A punto estuvo Roberto de meter su tercer gol, con una jugada calcada a la del primer tanto, pero esta vez por la izquierda. Desgraciadamente, su remate se estrelló en el larguero. El rechace lo recogió Ferreiro, que chutó con la izquierda, pero un defensor visitante puso la cabeza cuando el balón ya se introducía en el fondo de las mallas.
El Atlético Baleares, por su parte, se mostraba incapaz de llegar con cierto peligro a la portería de Alfonso Herrero. Con ello, terminó una de las mejores primeras partes que se recuerdan recientemente en Martiricos.
El cuadro malaguista no bajó el pistón tras el paso por vestuarios. Al contrario. Tenía ganas de dejar un buen sabor de boca a su parroquia y eso se notó. Roberto estuvo cerca de nuevo de lograr el hat-trick en el 60’, tras un cabezazo que se marchó fuera. Justo después, él y David Ferreiro, los dos mejores del partido, fueron sustituidos.
La fiesta no decaía en La Rosaleda. Menos, después del gol en propia puerta del Atlético Baleares. David Larrubia, recién entrado, puso un centro al área que terminó cabeceando en su propia portería Ofoli.
Los minutos finales llegaron ya con todo el pescado vendido. Los baleares intentaron hacer el gol del honor y estuvieron cerca, con un remate de Nuha Marong al larguero. No lo lograron y son ya casi 600 los minutos que acumulan sin ver puerta.
Victoria de coraje y corazón la de un Málaga CF que mantiene la tercera posición de la tabla y que comienza a llenarse de argumentos de cara al tramo final de la temporada.
