Empate sin goles entre Málaga CF y Real Murcia. El partido, muy físico, estuvo marcado por una acción en los últimos minutos en la que se pidió penalti sobre Víctor García, ante un árbitro que se lavó las manos.
Las ocasiones durante la primera parte llegaron en cuentagotas. Tanto unos como otros trazaron un plan claro desde el primer momento. Los pimentoneros le dieron la posesión del balón al equipo de Sergio Pellicer y optaron por mantenerse replegados atrás, buscando alguna acción aislada.
Por contra, al Málaga le faltaba la mordiente necesaria para dar una sensación de peligro real. Muy pronto se condicionó, eso sí, el Real Murcia, gracias a la tarjeta amarilla que Roberto consiguió sacarle a Marcos Mauro tras una carrera en la que el defensa golpeó en la cara al delantero.
El juego tuvo que ser detenido durante unos minutos por el desvanecimiento de un varón de mediana edad que, afortunadamente, terminó encontrándose bien.
Alcanzada la media hora, ya sí, el Málaga comenzó a llegar con algo más de peligro. Primero con un remate de Dani Lorenzo que desvió la zaga rival y posteriormente con un disparo fuerte de Genaro, pegado al palo, que el portero detuvo sin demasiadas dificultades.
La más clara llegó con una falta al borde del área que asumió Víctor García como suya. El lateral se sacó un potente disparo, aunque demasiado centrado para el portero Manu García, que despejó poniendo los puños fuertes.
Con ello, terminó una primera parte con sensaciones encontradas, en la que el Málaga demostraba su superioridad, aunque sin refrendarlo con oportunidades claras de gol.
Apenas cambió esta dinámica tras el paso por vestuarios. Los murcianos seguían mostrando satisfacción por el empate, mientras que al cuadro costasoleño le costaba un mundo hilvanar ocasiones peligrosas.
Pellicer no se lo pensó y cumplida la media hora de juego dio entrada a Dioni, Ramón y Ferreiro. Los tres, a su modo, revolucionaron el partido.
El extremo gallego fue el más incisivo mientras le permitieron estar en el terreno de juego. Primero, con un disparo prometedor, pero que se marchó desviado por poco cerca de la escuadra. Posteriormente, ya en el 77', con un disparo al larguero que a punto estuvo de ser el gol de la jornada.
La polémica llegó cinco minutos después. Víctor García se plantó solo contra el portero y su par le zancadilleó. Pese a lo clara que parecía la acción, el colegiado decidió no señalar nada. La Rosaleda explotó, más todavía cuando, 120 segundos después, David Ferreiro recibía la segunda amarilla por, supuestamente, golpear al rival al intentar robar un balón.
No pudo llegar la segunda victoria consecutiva y el Málaga visitará El Arcángel el fin de semana que viene apurando sus, cada vez más remotas, opciones de ser segundo.