Unicaja ha obtenido la calificación 'A' en la clasificación de sostenibilidad de la agencia MSCI, especializada en factores ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG, por sus siglas en inglés), lo que supone, con la revisión de 2024, una mejora con respecto a la valoración anterior, que era 'BBB'.
La agencia pone en valor las mejoras emprendidas por la entidad en materia de gobierno corporativo e integración de los riesgos ESG en la gestión del riesgo de crédito.
El cambio de la calificación se basa en la mejora de su modelo de gobernanza, así como en los avances en la incorporación de los riesgos ESG en la gestión diaria y su supervisión y la agencia ha destacado la mejora en la adopción de medidas para mitigar los riesgos relacionados con la ciberseguridad.
MSCI identifica riesgos y oportunidades medioambientales, sociales y de gobierno corporativo.
El reto de la sostenibilidad, en todas sus facetas, es asumido por Unicaja como una oportunidad de desarrollo y de mejora en su gestión diaria, según ha explicado la entidad en un comunicado.
Para ello, trabaja en una oferta renovada de productos y servicios y en la reducción de su huella de carbono, al tiempo que fomenta la cultura de la sostenibilidad, la identificación y la gestión del riesgo climático y ambiental.
Para Unicaja, la gestión adecuada de los riesgos ESG forma parte de un programa global de trabajo, con el que analizar los impactos financieros y no financieros, de comercialización y de buen gobierno, con el objetivo de posicionarse como una entidad comprometida con la sostenibilidad.
El banco ha recordado que cuenta con una política de sostenibilidad, revisada en abril de 2024, que permite dar respuesta a su compromiso para la consecución del Acuerdo de París sobre el Clima, los Principios del Pacto Mundial, la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas, así como a otras iniciativas a las que se ha adherido.
Al respecto, destaca su adhesión al Compromiso Colectivo para la Acción Climática, promovido por la Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP 25), así como a los Principios de Banca Responsable (PBR) de la ONU, un marco global único para acelerar la transición a una industria financiera sostenible.