Las monitoras escolares están “cansadas” de esperar. Llevan años pidiendo que el cien por cien de la plantilla tenga un contrato a 35 horas semanales. Hoy se han vuelto a concentrar para recordarle al consejero de Educación, Javier Imbroda, su promesa “incumplida”, algo que a Virginia Vázquez y a las otras 100 trabajadoras no se les olvida. “Se comprometió a que iba a ir ampliando la jornada para erradicar la precariedad, va a acabar la legislatura y aquí estamos esperando”, ha recordado Vázquez.
No somos jovencitas de 25 o 30 años, que tengamos mucho tiempo para cotizar una pensión en condicionesEste personal se encarga de labores administrativas, tareas burocráticas de equipos directivos y profesorado, competencias en las bibliotecas escolares, actividades extralectivas, transporte escolar y comedores escolares.
A día de hoy más del 35 por ciento de las monitoras en la provincia están a 20 horas semanales. Explican que esas 20 horas son insuficientes para realizar su tarea, tienen “mucha carga de trabajo. Con nuestras horas tenemos que hacer el mismo trabajo que hace un monitor escolar a jornada completa”. “En un colegio de tres líneas, con alguna irregularidad, con aula especifica, con comedor escolar es imposible llevar las gestiones y menos en los plazos que están establecidos”, ha explicado la también delegada sindical de Comisiones Obreras Málaga.
Y no solo denuncian el desgate diario para sacar el trabajo a diario, sino también el perjuicio económico presente y, sobre todo, futuro. “No somos jovencitas de 25 o 30 años, que tengamos mucho tiempo para cotizar una pensión en condiciones”, menos horas semanales supone un menor sueldo y “precariedad para hoy y precariedad para el futuro, nos vamos a tener que conformar con la pensión mínima”, ha aseguro Vázquez.
Y para algunas de estas trabajadoras hay doble dificultad. Deben atender en esas 20 horas dos centros escolares. Hay un total de 345 colegios en la provincia, que incluyen las escuelas infantiles de segundo ciclo, CEIP, Colegios de primaria, colegios rurales, colegios de educación especial. De ellos, 78 centros comparten monitor, con una atención que queda mermada a 10 o 15 horas a la semana.
Las trabajadoras tienen que dividir sus 20 horas semanales entre dos centros, esto unido al volumen de trabajo hace que “al final echen más horas de lo que les corresponde”, ha denunciado Yolanda Gamero, secretaria general del sindicato de enseñanza de CCOO Málaga.