Por octavo año, desde el 2014, Málaga rinde homenaje a las personas represaliadas y durante la Guerra Civil y la dictadura franquista. En el Cementerio de San Rafael, la mayor fosa común de España y de Europa del Oeste, están los restos de casi 2.900 fusilados a partir de marzo de 1937.

En San Rafael se alza una pirámide, “un hito a nivel nacional”, que recuerda y da dignidad a los asesinados, que “han vivido muchos años de silencio”, ha destacado el vicepresidente de la Asociación contra el Silencio y el Olvido por la Recuperación de la Memoria Histórica de Málaga, Rafael Molina.

Málaga fue una de las provincias españolas más castigadas por la Guerra Civil. Solo en este mausoleo con forma de pirámide se pueden leer los nombres de cientos de mujeres y hombres y “eso tiene importancia”. “Muchas veces hay gente que dice son rescatadores de huesos o el abuelo que no conocieron”,  ha detallado Molino, haciendo ver que “cuando un hijo ha visto el sufrimiento de su padre porque a su abuelo le ocurrió (le fusilaron) te hace empatizar”.

Desde la Asociación han pedido al Ayuntamiento malagueño que se termine el Parque de la Memoria de San Rafael, un proyecto de creación de zonas verdes y una zona deportiva, iniciado hace siete años, así como un centro de interpretación.

También ha solicitado que se realice un bando de ADN, ya que “hay muchos familiares que quieren saber si los restos de sus familiares están aquí”, ha manifestado.

Al acto han asistido todas las fuerzas políticas representadas en el Consistorio, desde la izquierda hasta la derecha. “Nuestra obligación histórica es que los enfrentamientos que llevaron a una Guerra Civil y los efectos posteriores, que todo esa injusticia y dolor de un país dividido, jamás se vuelva a repetir”, ha dicho el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre.

La corporación municipal ha estado acompañada por el subdelegado del Gobierno en Málaga, Javier Salas y representantes de sindicatos y asociaciones, que han realizado una ofrenda floral a en memoria de los fusilados.