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Datados en Belmez los dos únicos menhires andaluces no funerarios

Situados en el yacimiento de Casas de Don Pedro

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  • Menhires. -

Un estudio realizado con carbono 14 calibrado ha datado 3.951 años antes de nuestra era los dos únicos menhires no funerarios de Andalucía, situados en el yacimiento de Casas de Don Pedro, en Belmez (Córdoba).

La profesora titular de Prehistoria de la Universidad de Huelva Beatriz Gavilán ha declarado en una entrevista con EFE que los dos menhires son anteriores al dolmen funerario megalítico en el que se enmarcan y que sirvieron como "marcadores territoriales".

Estos hitos, precisó la profesora que se licenció en la Universidad de Granada en 1980 y doctoró en la de Córdoba en 1989, sirvieron para señalar la posesión del terreno y su uso agropecuario.

A su juicio, los menhires de Belmez "debieron tener una gran importancia porque poco después pasan a formar parte de un sepulcro megalítico", un paso que no está fechado.

El yacimiento arqueológico de Casas de Don Pedro fue el primero conocido y excavado de la cultura megalítica del Norte de la provincia de Córdoba y "conforma un interesante conjunto de enterramiento dolménico, cuyo estudio puede llevarnos a conocer el poblamiento calcolítico de la zona dedicado a la explotación agrícola y metalúrigca, hasta ahora poco conocido, pero que, a juzgar por la gran cantidad de enterramientos megalíticos, debió ser importante".

Así lo describe la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) que la Junta de Andalucía llevó a cabo en 1996 y que lo detalla como "un monumento megalitico, con una cámara algo trapezoidal, que mide en su interior, aproximadamente, 2,15 metros de longitud por 1,35 metros de anchura máxima".

La profesora Gavilán participó en las dos excavaciones arqueológicas de urgencia que se han llevado a cabo en el yacimiento, en 1987 y 2005.

En la primera se excavó la cámara una zanja exterior hacia el Noroeste, que reveló una ocupación previa a la construcción del dolmen, mientras que la segunda, sobre una cuadrícula de 105 metros cuadrados que abarcaba todo el espacio funerario, puso de manifiesto la existencia de una fase previa a la edificación de la sepultura megalítica.

Beatriz Gavilán afirmó que existe "una enorme dificultad para datar menhires, ya que no suele contar con materiales en los fosos de cimentación" que puedan ser sometidos a la prueba del carbono 14.

En el caso de los menhires de Belmez, se tomó una muestra de carbón para su análisis en los laboratorios de la empresa estadounidense Beta Analytic Inc.

En el artículo en el que la docente da cuenta de su trabajo, que firma junto a Martí Mas Cornellá, profesor del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la UNED, en 'SAGVNTVM. Papeles del Laboratorio de Arqueología de Valencia', que edita el Departamento de Prehistoria, Arqueología e Historia Antigua de la Universidad de Valencia, aclara que "la datación presenta limitaciones puesto que se ha obtenido de carbón no identificado".

Esto es así, precisa, porque "no procede de la fosa de cimentación de alguno de los dos menhires y no es posible defender una total sincronía entre el monumento de erección de los bloques y los hogares, aunque la relación entre las estructuras y los menhires resulta evidente".

En el interior del dolmen, el material arqueológico "era bastante escaso, y estaba formado por punzones de cobre, puntas de flechas de cobre, hojas de sílex de gran tamaño, puntas de flechas de sílex, cuentas de collar de piedra y fragmentos de cerámica decorada e incisa", asegura el proyecto del Ayuntamiento de Belmez, redactado por el arquitecto Rafael Calderón Rodríguez, para actuar en el yacimiento.

En el mismo se refiere que "este material aparecía asociado a restos óseos de varios individuos" y que de su estudio se deduce que el enterramiento fue utilizado, al menos, en dos ocasiones, "la más antigua, al menos por lo conocido hasta ahora, parece ser los restos óseos humanos acompañados por el ajuar consistente en las hojas de sílex, las puntas de flecha de sílex y las cuentas de collar", y, posteriormente, reutilizado para enterrar, al menos, a otro individuo, acompañado por los objetos de metal.

La zona arqueológica de Casas de Don Pedro necesita, según el documento municipal al que ha tenido acceso EFE, "una intervención de conservación y adecentamiento, debido al deterioro que están sufriendo la zona arqueológica y en concreto las instalaciones habilitadas en 2001 para protegerla y musealizarla, y que están poniendo en peligro la integridad del conjunto megalítico".

El proyecto afirma que "existen patologías y daños que ponen en riesgo de colapso y perdida integral del bien", situado entre los arroyos de Aguayo y el Fresnedoso, a 1,8 kilómetros al Sur del casco urbano de Belmez, con acceso por el camino al Entredicho.

Entre otras actuaciones, con un presupuesto de contrata de 37.779,20 euros sufragado en un 60 por ciento por la Diputación de Córdoba y el resto por recursos municipales, que permitirán mejorar el espacio museístico, se pretende el desarrollo de las obras que eliminen los "daños estructurales graves de partes o elementos que necesitan una inmediata reparación".

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