El pasado 26 de enero, la Delegación Territorial de Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía en Málaga abrió el periodo de información pública del expediente de Autorización Ambiental Unificada para el proyecto de urbanización de los terrenos de la antigua Repsol y estableció un periodo de treinta días para presentar alegaciones que se cerró el 11 de marzo, y en el que Bosque Urbano Málaga ha animado a alegar, como se ha hecho desde la plataforma, pero donde también ha puesto de relieve que no se haya expuesto públicamente el expediente completo, como ya ocurrió cuando abrió el plazo el Ayuntamiento de la capital. Esto puede ser causa de nulidad y puede traer que la resolución a las alegaciones acabe en los tribunales.
Mientras tanto, Pedro Sánchez, portavoz del colectivo ciudadano que reivindica un parque en el total de esos terrenos con 177.000 metros cuadrados, ha puesto el acento en varios puntos: “no se ha hecho un adecuado análisis sobre el impacto que la alta densidad de población tiene sobre el comportamiento climático”, para lo que han remitido a la Junta lo dicho por el Observatorio de Medio Ambiente Urbano en su informe Caracterización Bioclimática de Málaga, del 6 de julio de 2021, que señala que “los barrios más densos muestran unas condiciones bioclimáticas más adversas”; otro de los puntos que critica la plataforma ciudadana es que, existiendo un apartado en el informe de impacto ambiental dedicado al análisis económico de la ciudad, no se haya estudiado el impacto “negativo” que, sobre el comercio tradicional y local, tendrá la apertura del centro comercial, así, BUM denuncia que que no se haya contemplado el impacto que el proyecto tendrá en los barrios adyacentes, barrios que, según los datos del INEM, tienen la renta media por hogar más baja de toda la ciudad; además, “tampoco se hace un adecuado análisis del impacto del proyecto desde el punto de vista de la movilidad”, ya que “no se ha tenido en cuenta que la conexión del bulevar Adolfo Suarez con la MA-20 incumple la normativa vigente”; por último, la plataforma insiste en que “aún no se ha aprobado” el proyecto de descontaminación para los terrenos, pese a que su suelo y su freático están contaminados por hidrocarburos, como consecuencia de su pasado uso industrial.
Además, también alegan la ausencia de medidas correctoras ambientales en materia de ruidos y contaminación lumínica; el impacto de la vegetación propuesta, y la falta de estudio y análisis en materia del clima.
Sánchez ha señalado a Viva Málaga que esperan que la Junta de Andalucía “acepte la discrepancias que hemos presentado y las resuelva”, además de reclamar que se amplie el informe con los puntos que señalan. También, sobre la posibilidad de que se comience a construir en la zona, señalaron que “hasta que no este aprobado el estudio de impacto ambiental, no deberían construir”.
