La caída de las Torres Gemelas en 2001 trajo consigo un efecto colateral inesperado, que se guarda en una fábrica de Mairena del Alcor (Sevilla), donde se conserva la única reproducción de ‘El Quijote’ en cómics grabados en azulejos, destinados inicialmente a ser colocados en la Gran Manzana hace 20 años.
Se trata de un original encargo realizado desde Nueva York para decorar una plaza a una milla y media de las torres, que el atentado del 11-S truncó, y que desde entonces se guarda terminado completamente en la fábrica de cerámica artística sevillana ‘Antonio González’, en el local anexo a la casa de este artesano en el municipio sevillano.
Antonio ha mostrado a EFE ese raro tesoro que guarda desde que los atentados tumbaron el proyecto: “me lo encargaron, estaba terminado, se produjo el atentado y nunca más se supo del tema”, dice, mientras enseña los 180 azulejos que, uno a uno, reproducen escenas de la inmortal obra de Cervantes, con un formato de cómic que fue saliendo de sus pacientes manos uno a uno con la llegada del nuevo milenio.
El origen del encarga hay que buscarlo en el número 29 de Washington Square, en Nueva York, donde se encuentra la Glorieta del Quijote, un espacio que fue abierto en 1926 y decorado con unos azulejos que regaló la empresa sevillana Cerámica Montalván, una de las ceramistas típicas del barrio sevillano de Triana, que, igual que la de González, mantiene un punto de venta en este punto de la capital andaluza desde hace años.
A finales de la década de los 90, se decidió afrontar la restauración del conjunto de la glorieta, que, entre otras cosas, contaba con sus azulejos en mal estado, un trabajo que se encargó al estudio de arquitectura neoyorquino Cutsogeorge Toman & Allen Architects, y se contactó con Antonio González para encargarle un original proyecto: realizar la obra de Cervantes en cómic y en azulejos, para ser colocada en orden en la glorieta, con un total de 180 dibujos distintos.
Antonio, que llevaba trabajando en su propia empresa desde 1984, se puso manos a la obra, y terminó el trabajo en los plazos previstos, hasta que el 11 de septiembre de 2001 el mundo se paralizó viendo caer los edificios gemelos del World Trade Center, igual que se paralizaba el envío de los azulejos a Nueva York, de la misma forma que nadie pareció nunca acordarse del proyecto de reforma de la glorieta.
Los azulejos con El Quijote dibujado se encuentran almacenados en una de las estanterías de la impresionante fábrica de Antonio y su familia, y afirma que están a la venta, “ya sea la colección entera o azulejos sueltos”, e incluso es capaz de reproducir uno en concreto si es necesario, de modo que si alguien se quiere llevar uno solamente, puede sustituir rápidamente el que se haya llevado por otro.
Eso es posible por su enorme experiencia en este campo, en el que empezó como aprendiz al finalizar el servicio militar en el año 1966, incorporándose a la plantilla de pintores de Cerámica Artística, en Triana, donde estuvo hasta 1984.
Entre sus clientes se encuentran la Casa Real española, para la que ha realizado tres de los baños del Palacio de la Zarzuela, el Monasterio de El Escorial, la plaza de toros de Ronda o el hotel Alfonso XIII de Sevilla.
De todas formas, no hace falta moverse mucho para ver su obra, porque en su taller hay una enorme estantería con azulejos de la A a la Z, que se usan para formar los nombres de las calles de Sevilla capital, un trabajo del que se encarga desde hace años, cuando es requerido ante la reforma de una calle o la renovación del nombre de la misma, momento en que se pone a trabajar para darle nombre de nuevo a la vía en cuestión cuanto antes.