Después de 39 minutos y medio de buen baloncesto, un apretado 61-60 dio paso al desenlace. San Emeterio perdió el balón en ataque y entregó 25 segundos al Real Madrid.
Los de Messina buscaron el triple ganador de Bullock, pero el balón se estrelló en el aro. Tuvo una postrera opción más el Real Madrid con un triple desde su zona, a falta de tres décimas de segundo, que Velickovic tiró y bordeó el aro baskonista.
El Real Madrid mudó su imagen con respecto al que apeó a Cajasol y salió con las ideas claras para desactivar al Caja Laboral. La intensidad defensiva colectiva, en especial sobre Splitter, fue clave para que los blancos llevaran la iniciativa en el primer acto.
El Caja Laboral, desorientado, sin ritmo y a la búsqueda del quinteto ideal, sólo encontró el recurso de abastecer a Splitter y terminar igualados en el minuto diez, 16-16. Garbajosa cargó con el equipo blanco en el inicio del segundo para anotar cinco puntos y abrir un parcial de 0-9 que llevó a los blancos a su máxima renta, 16-25, ante un Caja Laboral obtuso en ataque.
Los de Ivanovic estuvieron cuatro minutos sin ver aro y en ocho sólo pudieron anotar dos triples aislados hasta que Splitter anotó la primera canasta de dos.
La intensidad defensiva y la fortaleza física madridista le permitió gestionar cómodas rentas ante una Caja Laboral que se estrellaba ante el trabajo bajo su aro de los de Messina.
El periodo decisivo fue un intercambio de canastas sin que ninguno de los dos consiguiera rentas mayores de dos puntos. Brad Oleson emergió para anotar siete puntos consecutivos mientras Velickovic, Reyes y Bullock tiraban de los blancos.
Con sólo dos puntos de ventaja entraron los vitorianos en el último minuto, 60-58, cuando Tomic cometió la quinta falta y Huertas sólo aprovechó un tiro libre.
Los últimos 54 segundos ofrecieron la posibilidad de ganar a cualquiera tras perder San Emeterio el balón en ataque y no acertar Bullock con el triple que intentó.