El canciller federal de Austria, el conservador Karl Nehammer, ha desatado un escándalo en su país por decir que los niños austríacos pobres pueden alimentarse en McDonald's gracias a los módicos precios de la conocida cadena de comida rápida.
"¿Qué les pasa a los padres? ¿Cómo que un niño no recibe una comida caliente en Austria? No es sana, pero es barata: una hamburguesa en McDonald's", dijo el jefe del Gobierno en un vídeo grabado en julio, en un evento con correligionarios de su Partido Popular (ÖVP), y filtrado en X (antes Twitter) la pasada noche.
No sólo los partidos de la oposición, sino también "Los Verdes", socios del Partido Popular (ÖVP) de Nehammer en la coalición gobernante, así como varias ONG, organizaciones caritativas y sindicatos reaccionaron este jueves con duras críticas a los comentarios que hizo el canciller mientras bebía copas.
En un tono de indignación, además de culpar a los padres cuando un niño no recibe una "comida caliente", arremete de forma general contra quienes denuncian la creciente pobreza infantil, contra las mujeres que supuestamente no quieren trabajar a tiempo completo y contra la tradición de negociación entre sindicatos y patronales.
"Quien diga que en Austria nadie pasa hambre ni se congela no tiene ni idea de la realidad de la gente", escribió en las redes sociales Michael Landau, el presidente de Cáritas Austria, organización de ayuda social de la Iglesia católica.
El problema de la desnutrición en niños de Austria "no es un mito", coincidió la experta en pobreza infantil Hanna Lichtenberger en un comunicado.
"Cuando el canciller (...) dice a las familias afectadas por la pobreza que deben considerar la hamburguesa medio tibia del restaurante de comida rápida como una nutrición adecuada, entonces es cínico", añade la nota.
"En el vídeo vemos a un canciller federal que desprecia al pueblo por algo de lo que él mismo es responsable", señaló Andreas Babler, jefe del opositor Partido Socialdemócrata (SPÖ), en alusión a sus anteriores críticas de que el Gobierno de Nehammer no ha adoptado medidas eficaces contra la inflación, que ronda el 7 % interanual.
Los austríacos se merecen un canciller que respeta a los ciudadanos, y no uno "cargado de 23.000 euros al mes que los enjuicia tomando vino y comiendo queso", añadió Babler en una rueda de prensa en Viena.
En su evaluación, el líder socialdemócrata prácticamente coincide con su par ultranacionalista, Herbert Kickl, jefe del también opositor FPÖ.
"Un político (...) que muestra tal desprecio por las personas afectadas por la pobreza no es apto para el cargo de canciller federal", dijo.
Por su parte, Nehammer salió hoy en defensa propia en otra filmación publicada en su cuenta de X, después de que su partido confirmara la autenticidad del controvertido vídeo.
"¿Habéis visto la discusión en las redes sociales sobre un vídeo mío?", pregunta el mandatario democristiano.
"Me atengo al hecho de que los padres tienen el deber de cuidar a sus hijos. (...) Quien habla de que en Austria no hay comida caliente para los niños, deja en mal lugar a este país", sentenció.