El vendedor ambulante
acusado de matar a otro a tiros en abril de 2021 en la localidad malagueña de Torremolinos ha negado el crimen y ha asegurado que entre ellos nunca se produjo ningún tipo de disputa comercial, como mantiene el fiscal.
El juicio con jurado ha comenzado este lunes en la Ciudad de la Justicia de Málaga y el procesado ha insistido en que no tuvo problemas con la víctima: "yo me dedicaba a vender ropa de segunda mano,
no éramos competencia y nunca he tenido problemas ni conflictos ni con él ni con nadie", ha precisado.
Su abogado defensor ha lamentado la investigación policial y, después de hacer un alegato sobre la inocencia de su cliente, ha explicado que
los agentes se centraron en su defendido, sin ninguna prueba y pese a que había tres motivos y tres móviles para que alguien hubiera podido cometer los hechos.
Según el letrado, los tres
móviles que podrían estar detrás del crimen son:
celos (porque según el abogado la víctima estaba con tres mujeres),
agresiones previas (una semana antes alguien le rompió una costilla con una barra de acero) y una
pelea con una persona a la que le vendió un coche y luego pese a tener la venta cerrada se llevó de nuevo el vehículo.
"
Ninguna de las tres cosas se han investigado", ha insistido el abogado, que ha afirmado que no hay ninguna prueba que incrimine a su cliente, "una persona sin antecedentes penales y con un perfil que nada tiene que ver con un asesino".
El acusado, que se enfrenta a una petición fiscal de 26 años y medio de prisión por los delitos de asesinato y tenencia ilícita de arma corta, ha asegurado que aunque vende ropa falsificada
nunca ha tenido problemas judiciales, "llevo once años trabajando en los mercadillos y del trabajo a la casa".
Ha mantenido que
solo ha hablado dos veces con la víctima, la primera cuando se le acercó para decirle que podía venderle ropa y que él le contestó que ya tenía un proveedor, y, la segunda, cuando le dijo que iba a comenzar a trabajar junto a él en el mercadillo de Marbella.
El
fiscal ha mantenido en el juicio que el acusado
planeó "minuciosamente" acabar con la vida de "su competidor profesional" y para ello esperó que saliera del hostal donde residía en la localidad malagueña de Torremolinos y se subiera a su camión para ir a trabajar al mercadillo de Marbella.
Sobre las 05.40 horas salió del hostal y se subió al camión dispuesto a comenzar su jornada laboral, momento en el que supuestamente el acusado apareció de repente y, desde el exterior y a través de la ventanilla, apretó el gatillo seis veces y logró que la víctima recibiera tres impactos de bala.
La víctima no solo no pudo defenderse, sino que además
no vio venir el crimen y la herida más grave, que le ocasionó la muerte por laceración cardiaca, fue un proyectil que entró por el hipocondrio izquierdo y su recorrido afectó a varios órganos, mantiene el fiscal.
Tras el crimen,
el encausado volvió a su vehículo, una furgoneta, que había aparcado a unos 500 metros y condujo hasta su casa en la localidad malagueña de Benalmádena.
En un primer momento, los investigadores
pensaron que podría tratarse de un ajuste de cuentas, pero tras las pesquisas, los agentes aseguraron que se trataba de disputas comerciales que desde hacía tiempo tenían los dos vendedores ambulantes.
Tras la entrada y registro de la Policía, los agentes
detectaron que el acusado tenía prensas y efectos con reproducciones supuestamente no autorizadas, por lo que por esos hechos también se siguen otras diligencias.
El acusado fue detenido el 26 de mayo de 2021 y el Juzgado de Instrucción número 4 de Torremolinos acordó su
ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza, situación en la que permanece.