Llegan fechas en que no escatimamos, en que
no medimos el gasto, en que
competimos para que nuestros adornos y luces navideñas sean los mejores, los más destacados, toda una exhibición de fervor festivo. Pero, ¿pensamos en el gasto que suponen las luces o en las medidas de seguridad que hay que adoptar?
Si se tiene en cuenta que la tendencia es a iluminar cada vez más profusamente
ventanas, puertas, entradas a viviendas unifamiliares y balcones y terrazas, no está de más conocer el
impacto que estas luces pueden tener en la factura de electricidad.
Porque, ¿
cuánto consumen las luces de Navidad y cómo afectan en la factura de la luz?
Si hablamos del impacto en el consumo de las
ciudades y su ornamentación lumínica, según datos de Grupo Ximénez, responsable del alumbrado en Málaga capital, señala que la iluminación navideña representa
apenas un 0.01% del gasto anual en electricidad de un ayuntamiento, según un estudio de la web elcomparadordeluz.
Incluso, aseguran, al considerar la instalación de
árboles de Navidad de dimensiones considerables, “equiparables al consumo de un secador de pelo doméstico, el impacto económico sigue siendo mínimo”. De esta manera, “a pesar del deslumbrante resplandor que adorna las calles durante la Navidad, las ciudades
pueden mantener un equilibrio económico sin comprometer significativamente sus presupuestos energéticos”.
Y, ¿a nivel doméstico?
El mismo estudio de la citada web asegura que “al decorar nuestros hogares, es esencial entender el consumo eléctrico de las luces de Navidad” y que para calcularlo se debe
verificar tanto la potencia en vatios (W) de las luces como el tiempo que están encendidas. Así, usando la fórmula Potencia×Tiempo/ 1000, se obtiene el consumo en kilovatios-hora (kWh), un valor que hay que multiplicarr por el precio del kWh de la factura para conocer el costo total.
Así, por si no se le dan bien los números,
por ejemplo, si unas luces LED de 8W están encendidas durante 10 horas al día durante un mes, el consumo sería de 2.4 kWh. Con un precio medio de 0.1823 €/kWh, el costo sería de aproximadamente 0.44 €. Y es que la opción de las luces LED y el cálculo de su consumo permiten “disfrutar de la decoración navideña sin afectar significativamente tu factura”.
Haciendo una comparativa, como proponen desde la web citada, se contrasta que las
luces tradicionales con una potencia de 25W con seis horas de encendido al día arrojan un consumo de 18,75 kWh y un costo mensual de 3,45 euros; en el caso de las luces LED de 2,5 W de potencia para las mismas horas, el consumo es de 1.8 kWh y el coste mensual de 0.34 euros; por último, si se opta por
luces LED de baja intensidad de 1 vatio de potencia, para seis horas, el consumo por mes de kWh es de 0,6 y el coste mensual de 0,11 euros.
Para ahorrar energía durante la Navidad, en cualquier caso, hay que tener varias coas claras: en cuanto a luces LED y etiqueta energética, al elegir este tipo, revisar su etiqueta energética, ya que se puede
reducir el consumo hasta un 90% con clasificaciones A+ o superiores para una mayor eficiencia; hay que
controlar el horario de consumo y si la tarifa eléctrica tiene discriminación horaria,
evitar encender las luces durante el periodo punta, ya que puede ser hasta un
40% más costoso; también se recomienda el uso de
enchufes inteligentes para controlar el encendido y apagado de las luces de Navidad, optimizando su uso según tus necesidades; por último, se puede
hacer combinación de luces con decoración estática, que “no solo reduce el consumo, sino que también brinda una estética navideña encantadora”.
La seguridad es importante
Mientras tanto, todo el
volumen de luces, cables por aquí y enchufes a los que se les suele poner más de lo que se debe, desde el Observatorio de Prevención de Riesgos y Accidentes (OPRA) se recuerda que además de un mayor consumo de energía eléctrica, conlleva los
riesgos asociados a la electricidad.
La instalación eléctrica para los adornos navideños tiene la consideración de algo
provisional ya que solo va a ser usada unos pocos días, “por lo que
no se le suele prestar demasiada atención”, pero “precisamente esta
precariedad la convierte en
altamente peligrosa”, aseguran desde OPRA.
Ante esto, no vienen mal unos consejos: procurar que la instalación eléctrica para los adornos navideños sea lo más fija posible, de manera que se cuide que los
cables estén ordenados y las
conexiones bien realizadas; evitar los alargadores caseros con
empalmes con cinta aislante, con
cables pelados, que estén tirados por el suelo o por debajo de muebles y alfombras; del mismo modo,
no debe haber cables aplastados o pisados por mobiliario; se han de utilizar alargadores múltiples (regletas) de los que hay en el mercado para poder alojar todos los enchufes necesarios y
no se deben utilizar los ladrones que recargan los enchufes, además de no sobrecargar enchufes ni regletas; la
iluminación exterior ha de ser
adecuada y específica para exteriores; las luces de navidad deben estar
certificadas; hay que
inspeccionar escrupulosamente el alumbrado que tenemos guardado de años anteriores comprobando que los cables y bombillas están en perfectas condiciones, de modo que debemos
desechar aquellos alumbrados que nos den fallos, que no funcionen adecuadamente, que tengan empalmes caseros, que se paguen cuando no deben, o que dan calambre, etc…; por último, la iluminación navideña deberá
estar apagada por la noche y cuando no estamos en casa.
También advierten desde OPRA de que cada vez se utilizan más
las velas en la decoración navideña: “Para alumbrar una cuna del niño Jesús; porque nos gusta ver arder velas con forma de un muñeco de nieve o de Papá Noel, o para decorar la mesa en las cenas familiares”, ante lo cual,
no hay que dejar nunca velas encendidas a las que pueda tener acceso un niño ni utilizar velas cuando hay niños;
no deben estar encendidas en habitaciones en las que no haya nadie y solo deben estarlo cuando estemos presentes; y, si tienes chimenea: debe estar limpia y protegida con una barrera y siempre vigilada.
Desde OPRA ofrecen además un consejo útil: coloca
un detector de incendios en la habitación en la que esté colocado el árbol y la iluminación navideña.
Sin duda, así, es más posible tener una verdadera 'Noche de Paz'.