El Ayuntamiento “se ha tomado muy en serio” la
labor inspectora y vigilancia de los comercios y locales de ocio y restauración, ha asegurado Elisa Pérez de Siles, concejala de Comercio en el Ayuntamiento de Málaga. Este miércoles, el Consistorio ha presentado un
balance de las actuaciones que ha realizado a lo largo del 2023: Se han llevado a cabo casi 3.400 inspecciones, se han tramitado 395 denuncias a establecimientos relativas a la declaración responsable y licencia de apertura y
se han decretado 21 cierres. La Policía Local
está haciendo el “seguimiento exhaustivo” de estas sanciones, a lo que Avelino Barrionuevo, concejal de Seguridad, ha añadido que se trata de un aumento de los servicios realizados del 33 por ciento.
Los agentes municipales se encargan de hacer un seguimiento sobre el cumplimiento “
sobre ruido, aforo, horario y documentación”, además de comprobar que
se siguen los decretos y órdenes que sobre los establecimientos dicten otros departamentos municipales.
El Real Cuerpo de Bomberos también realiza inspecciones cuando se concede una licencia de apertura. En lo que va de año, el
Servicio de Prevención de Incendios ha cumplimentado 398 expedientes, además de 60 consultas y
89 de inspecciones a actividades ocasionales desarrolladas en la ciudad: “Todas las semanas
se revisan las fiestas que se realizan en la vía pública, como las que hay ahora en Fin de Año”.
A raíz del incendio en
una discoteca en Murcia, donde fallecieron 13 personas, “hemos trabajado con mayor profundidad” en el control y vigilancia del cumplimiento de la normativa por los establecimientos de ocio nocturno. Pérez de Siles ha informado de la puesta en marcha de
un plan de especial de inspección presencial que revisará más de 120 discotecas, bares con música, salas de fiesta, pubs y establecimientos similares que cuentan con licencia o declaración responsable. “Cifras muy ambiciosas”, ha destacado la edil. Estas verificaciones “extraordinarias” de seguridad,
comprobarán que no se hayan acometido obras sin licencias, además de asegurar que “
fachadas, puertas, elementos de decoración, no supongan ningún peligro”, ha detallado.
En concreto, el
plan tendrá una vigencia de dos años. Durante la inspección se realizarán diversas comprobaciones sobre el uso general del establecimiento; ampliaciones y reformas; distribución interior en lo que afecte a sectorización,
recorridos de evacuación, locales de riesgo especial; medios de protección de incendios; y compartimentaciones.
También sectorización exterior; condiciones de reacción al fuego exigibles a elementos constructivos, decorativos y de mobiliario; sobre las
vías de evacuación y salidas; señalización; sistema de protección frente al humo; condiciones de aproximación y entorno de los edificios, así como las de accesibilidad por fachada, entre otras comprobaciones.