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Reciclar en el centro de Málaga: "Una anarquía medioambiental"

Vecinos y empleados de Limasa cuestionan la deficiente gestión diaria en origen de toneladas de papel, vidrio y materia orgánica

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Contenedores en Carretería.

Sucesión de contenedores.

Calle Santa Lucía.

Para vidrios en plaza del Teatro.

Camión ligero de Limasa.

Desatasco de un contenedor soterrado.

Contenedores en Plaza de las Cofradías.

Contenedores en Teatinos.

Contenedores en Teatinos.

Contenedores en Teatinos.

Recogida selectiva.

´Contenedores sin selección.

Calle Santa Lucía.

Plano de geolocalización.

  • Plazas y calles de Teatinos disponen de más contenedores para envases y cristal que el centro, donde operan cientos de restaurantes
"Es una verdadera anarquía medioambiental, con una falta de sentido común en la distribución de los contenedores para basura, papel, envases o vidrio, y un incumplimiento de la propia planificación que el Ayuntamiento de Málaga predica y muestra en su página web".
 
De este modo define un vecino residente en el centro de la capital malagueña la gestión de decenas de toneladas de basura, orgánica o no, que diariamente se depositan en la almendra central de una ciudad, que vive del y para el turismo. 
 
Y para confirmarlo basta con pasearse por la recién 'estrenada' calle Carretería (en los próximos días se darán oficialmente por finalizadas las obras iniciadas a finales de 2021), un ejemplo de modelo para la peatonalización de los cascos históricos, con obras que han sido financiadas con fondos de la UE.
 
 En una vía de unos 250 metros de longitud hasta llegar a calle Álamos, el paseante o residente no tiene otra opción que echar cualquiera que sea su residuo a una papelera o contenedor negro, ya sean los envases de café o cola, que han comprado en uno de los nuevos locales abiertos, o el cartón de la caja de pizza, de leche, el embalaje de Ikea o de MediaMarkt. Todo al mismo depósito.
 
A esta fecha, Carretería dispone de cinco puntos con contenedores de color gris oscuro, sin pedal para facilitar que se arrojen los objetos dentro, como sucede en muchas ciudades españolas. En algunos de estos puntos, Limasa ha colocado seguidos hasta nueve de estos grandes recipientes para la basura, donde se puede leer en las pegatinas las palabras de "Resto. Residuos reciclables: toallitas, pañales...". Pero nadie selecciona.
 

´Contenedores sin selección.

 

Son más de cuarenta los contenedores pero ninguno en este recorrido, donde operan 18 restaurantes y cafeterías, para el vidrio (verde), los envases (color amarillo) o el cartón (blanco y azul)
 
Los vecinos han verificado, incluso, que tampoco los hay ni en las calles aledañas a Carretería (en cuyo geoportal municipal sí que figuran, sin embargo, la colocación de algunos para el papel). Tampoco en Nosquera, Plaza de las Cofradías o Comedias, donde los bares musicales proliferan y se mantienen abiertos hasta las 3 de la madrugada. 

Plano de geolocalización.

 

 
"Si un residente o el propietario de un comercio quiere separar, porque ya lo ha hecho en su casa, tiene que andar más de 100 metros a plaza de Camas, plaza del Teatro, final de Ollerías, al mercado de Atarazanas, o junto al cuartel de la Policía Local en Rosaleda", explica un vecino, que se pregunta "¿tanto cuesta colocar un depósito para el vidrio, el papel o los envases de plásticos entre tantos de 'Restos'?".
 
Esta planificación en la gestión de residuos contrasta con la que se hace en el barrio de Teatinos (calle Franz Kafka), donde en una misma plaza, con apenas locales de hostelería, se observan hasta cuatro contenedores para el cristal en menos de 50 metros.
 
FALTA DE INSPECTORES Y SANCIONES POR ENSUCIAR 
 
Varios de los operarios de Limasa, que cada día se movilizan en su jornada para la retirada de residuos en el centro, consideran que de no ser por las brigadas, que en pequeños furgones retiran cartones y bolsas de restos orgánicos todos juntos, la imagen de la ciudad "sería deplorable".
  
"Nosotros, que somos los trabajadores para la recogida, no entendemos la ausencia de los diferentes contenedores agrupados. A 'Los Ruices', el vertedero de Málaga, va todo. Si se separasen, los cartones, los plásticos y embalajes en origen se llevarían para otro lado, pero así se debe de ir seleccionando por otros compañeros, con lo cual es mayor el tiempo de trabajo. Los contenedores para el vidrio lo gestiona otra empresa privada gracias a un acuerdo con el Ayuntamiento", explica un operario de Limasa, que forma parte de los turnos de 24 horas que tratan de dejar el centro como una patena. 
 
Ubicado en la Finca 'Los Ruices', el vertedero de Málaga fue inaugurado en 1994 y cuenta con una superficie de 320 hectáreas. En él se procesan actualmente la totalidad de los RSU (residuos sólidos urbanos) generados en el municipio de la capital, con una población de aproximadamente unos 671.000 habitantes. Ello sin contar con los restos que generan miles de turistas que a diario se alojan en hoteles, apartamentos y los que consumen en más de un millar de restaurantes y bares, situados en el centro.
 
Según el Ayuntamiento, en este centro de basuras se reciben una media de 400 camiones diarios, que descargan los residuos en las diferentes instalaciones de tratamiento y eliminación. 
     
Varios de los trabajadores y trabajadoras consultados de la sociedad municipal Limpieza de Málaga que operan en el centro, se quejan de la falta de inspección por parte del Ayuntamiento para sancionar a aquellos bares, restaurantes, comercios o residentes que depositen la basura fuera del contenedor, "con la mala imagen que da al paseante hasta que llegamos nosotros a recogerlo". 

Calle Santa Lucía.

 

      
Esta labor ya existe en municipios como el de Barcelona, donde se sanciona por mezclar los residuos orgánicos con los no, o incluso se buscan identificaciones en la basura de propietarios, comerciantes y hosteleros para aportar luego al expediente sancionador por incumplir las ordenanzas. 
 
"Y en muchos casos las bolsas, con botellas de cristal dentro, las tenemos que meter nosotros al contenedor, porque tenemos prohibido abrirlas para seleccionar. Y sucede que cuando los cartones de las cajas que se meten obstruyen el contenedor soterrado tenemos que utilizar unas barras metálicas para hacer caer al fondo el objeto. Imagínese el tiempo que perdemos en estas paradas del recorrido por el centro", se queja este conductor de una de las más de cinco pequeñas furgonetas que circulan en cuatro turnos diarios para recoger los residuos. 
 
Desde la Asociación de Vecinos Centro Antiguo se han trasladado al Consistorio quejas con imágenes de las basuras mal colocadas en las calles, o por la falta de contenedores soterrados.

 

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