Las asambleas ordinaria y extraordinaria, en este último caso convocada para la renovación de la Junta Directiva de la Asociación de Vecinos Centro Antiguo, votó este lunes por la tarde mayoritariamente a favor de la continuidad de su presidente, Carlos Carrera, al frente de este colectivo para los dos próximos años, y al que se han incorporado además tres nuevos vocales.    En un acto, celebrado en el salón de la Junta Municipal de Distrito Centro, en la Plaza de la Merced, la treintena de socios asistentes volvieron a cuestionar durante sus intervenciones la política de gestión urbana y medioambiental que desde hace más de una década realizan los sucesivos equipos municipales del PP, con el alcalde Francisco de la Torre al frente de la ciudad.   Desde la ocupación de la vías públicas en el centro, por las terrazas de propietarios que regentan actividades de hostelería, y que impiden el disfrute espacial urbano de los residentes, hasta la "deficiente situación medioambiental y de limpieza" en el centro, fueron algunas de las cuestiones que se analizaron y donde se puso en duda la participación de los vecinos en los proyectos de mejora del barrio promovidos por el Ayuntamiento, y que han recibido fondos de la Unión Europea.    Incluso algunos de ellos, como la reciente apertura de las calles peatonalizadas de Carretería y Álamos no recogen, según afirmó un socio, algunas de las propuestas o sugerencias que se realizaron desde el colectivo en 2017, cuando se debatió la reducción del tráfico de vehículos en estas dos vías.   "Estamos continuamente chocando con un muro que es el Ayuntamiento, que en principio debería de estar ahí para ayudar a los vecinos, cuando día a día se demuestra que no cuentan con nosotros", explicó Joaquín, el vocal de Terrazas de la Asociación, que cifró en más de un centenar de denuncias, con imágenes de bares y restaurantes, las que se han registrado en el Consistorio por la Asociación y donde se confirmaría "la ocupación obscena del espacio público" en las zonas peatonalizadas.    "Son proyectos de mejora urbana de la ciudad, que han sido diseñados con la colaboración económica de Europa, y que ahora no se puede ni pasear por el centro", añadió.    "COMO COLONOS ISRAELÍES"    Por su parte, Carlos Carrera, médico de profesión que lleva al frente de la Junta Directiva desde 2021, volvió a recordar al Consistorio la ilegalidad en la que se encuentran muchas de las salas de fiestas del centro,  sin salidas de emergencia y con una normativa que se les aplica que ha sido superada a la que existía en materia de seguridad en el año 1997, lo que pone en riesgo, según dijo, "no solo a los clientes que a estas discotecas acuden sino a los residentes que moran en los edificios donde se sitúan".   Los concejales de Comercio y Seguridad, Elisa Pérez de Siles y Avelino Barrionuevo, volvieron a informar hace unos días que el Ayuntamiento de Málaga está realizando un plan de revisión de estas salas de fiestas, y las condiciones en las que se encuentran, para evitar que se produzcan tragedias como la de octubre pasado en Murcia, donde fallecieron 13 personas en un incendio de dos discotecas. Esta semana el Juzgado de Instrucción de esa ciudad ha citado como investigados a técnicos municipales que realizaron las autorizaciones años atrás.   Durante la asamblea se analizaron también las consecuencias de la sentencia de la Plaza Mitjana, donde se condenó por los tribunales al Ayuntamiento por su inacción ante la contaminación acústica. Un fallo judicial por el ruido y favorable al descanso vecinal que "sigue sin ejecutarse en las condiciones recogidas en la sentencia" dictada por el Juzgado de lo Contencioso-administrativo número 6 y del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) en 2021 y 2022.    Desde la Asociación se volvió a reclamar que la Policía Local haga un seguimiento riguroso e impida que "se produzcan más ocupaciones del espacio público por aquellos hosteleros que sacan poco a poco mesas y sillas y se apropian, como sucede con los asentamientos por parte de los colonos israelíes, de las calles", ironizó un miembro del colectivo vecinal.