Tenía fresca el Barça aquella inesperada derrota liguera y rápidamente dejó claro al Cholet quién iba a mandar en el choque. Sin embargo, el galo, un conjunto aguerrido, físicamente dotado y mentalmente bien preparado, opondría resistencia al campeón de europa hasta el final.
Y eso que, a los seis minutos de juego, los azulgranas ya habían abierto una brecha superior a los diez puntos (6-17) gracias al acierto de Navarro y Morris en el tiro exterior.
Las diferencias no hicieron más que aumentar en un fulgurante arranque de segundo cuarto (14-29, min.11), pero el dominio visitante cesó justo ahí. El Cholet se puso en una zona 2-3 que se le atragantó al Barça, que empezó a fallar cada ataque. Además, desapareció su dominio del rebote ofensivo, lo que impidió que los hombres de Xavi Pascual dispusieran de segundas posesiones para anotar.
Como siempre, tuvo que salir Navarro al rescate de los azulgranas para encadenar varias acciones de su repertorio individual y restablecer las diferencias en el marcador (29-38) justo antes del descanso.
El técnico de Cholet, Erman Kunter, mantuvo a su equipo en zona tras la reanudación y el Barça siguió sintiéndose incómodo en pista. La agresividad defensiva y los triples de Robinson permitieron a los franceses volver a ajustar el partido (40-44, min.24).
No obstante, la superioridad en el juego interior de Lorbek y N’Dong mantuvieron a flote a los catalanes, que no acababan de conectarse al juego, durante ese período.
El trabajo de Falker en la pintura y la buena racha de Mejia en la recta final del choque permitieron a los locales rozar la gesta (73-74, min.38). Sin embargo, dos triples consecutivos de Grimau y Lorbek, el mejor jugador del partido, enmudecieron a la hinchada del Cholet y acabaron con todo atisbo de remontada local (73-80) justo antes de entrar en el último minuto.
Por su parte, el Caja Laboral ha logrado la segunda victoria de la Euroliga de baloncesto al vencer en la pista del Prokom de Polonia por 73-80 en un partido gris de los de Ivanovic y donde no ofrecieron su mejor versión.
Por último, el Efes Pilsen pasó por encima de un desbordado Power Electronics Valencia (79-63), que se mostró falto de ideas, de conjunción, de hambre y de carácter.