Engañó a tres propietarios de pisos de Málaga haciéndoles creer que tenía "solvencia empresarial" para realizar una serie de reformas en sus viviendas, pero lo que realmente hizo fue cobrar por adelantado, marcar los huecos en las paredes y quitar azulejos, con la intención de demostrar que iba a acometer los trabajos de albañilería, fontanería y electricidad. Pero días después se esfumó de las viviendas sin ejecutar completamente las obras.
Ejercía como habitualmente se conoce como un 'profesional manitas', un empleo al que durante los últimos años decenas de malagueños han recurrido para realizar pequeñas reformas en el interior de sus casas. Muchas veces, este tipo de operarios acude recomendado por conocidos y en otras se les reclama por anuncios en aplicaciones de internet.
Y la casuística de estos casos durante el último lustro indica que son decenas las denuncias que se presentan ante la Policía, pero que en ocasiones los tribunales rechazan investigar por la vía penal y se trasladan a la jurisdicción civil al considerar que se trata de diferencias contractuales por la ejecución de las obras.
Pero en esta ocasión no ha sido así, y la Audiencia de Málaga ha ratificado la condena de dos años impuesta a un hombre por tres delitos de estafa, cometidos en 2019 al engañar a los dueños de sus viviendas.
El fallo fue dictado por el Juzgado de lo Penal número 15 de la capital en junio del pasado año, cuyo magistrado le impuso tres años de cárcel, que ahora la Audiencia ha rebajado a dos al no haberse acreditado en la resolución de instancia la reincidencia de dos estafas anteriores que tenía (2017). Por las mismas sí fue condenado en firme por otros dos Juzgados de lo Penal de la capital.
APARIENCIA DE SOLVENCIA
Los hechos probados se produjeron en el mes de junio de 2019, cuando 'el manitas', aparentando "una solvencia empresarial de la que carecía", según la sentencia, fue contratado para la realización de unos trabajos de instalación eléctrica en un piso de la capital.
Para ello, el ahora condenado exigió que se le entregase en concepto de adelanto la cantidad de 1.000 euros. Días después del 6 de junio, el hombre acudió al inmueble y realizó una serie de señales en la pared para marcar por dónde debería de ir la instalación de los cables.
Manchó las paredes, pero posteriormente no acudió a efectuar los trabajos para los que fue contratado por los propietarios de esta vivienda.
Según la acusación de la Fiscalía, de la misma manera otra mujer contrató a este 'manitas' para realizar unos trabajos de pintura y albañilería, para lo que el acusado le exigió 500 euros en concepto de provisión de fondos. En este segundo caso no realizó intervención alguna.
Simultáneamente, esta propietaria recomendó la empresa del acusado con la que operaba a otro conocido, para el que el condenado elaboró un presupuesto de reforma integral en un estudio de su propiedad por importe de 5.900 euros.
Esta tercera víctima, residente en Vélez-Málaga, le entregó 3.900 euros (el 67% del presupuesto) también en concepto de anticipo. Según los hechos probados para este caso, después de muchas llamadas para que ejecutase las obras el acusado mandó a un operario que demolió los azulejos de la cocina, dejando la misma inutilizable y sin completar la reforma íntegral que fue acordada. Y pese a reiteradas llamadas, no volvió a acudir.
REBAJA DE UN AÑO POR DEFECTO JURÍDICO
Aunque la defensa del falso 'manitas' solicitó la absolución en el juicio y en el recurso de apelación, argumentando que se trataba de un asunto civil por discrepancias con los propietarios, la Audiencia de Málaga lo desestima y da la razón a la Fiscalía que sostuvo que el procesado tenía como "única finalidad hacer creer que era un profesional de la reforma y que pretendía cumplir el encargo recibido, cuando al contrario su única intención era obtener un beneficio patrimonial sobre la base del error producido" en sus víctimas.
Para los tres magistrados de la Sección Segunda de la Audiencia, los hechos objeto de acusación "no fueron meros incumplimientos contractuales o divergencias surgidas en la ejecución de las obras, sino un delito de estafa de los artículos 248.1 y 249 del Código Penal".
Hubo por ello, según el tribunal, dolo y ánimo de lucro ilícito en el momento en el que el 'falso manitas' acordó con los denunciantes la realización de unas obras que "su conducta posterior denota que no tenía intención alguna de llevar a cabo", buscando únicamente que la contraparte cumpliera sus obligaciones económicas para, una vez realizadas, desatenderse de la reforma en las viviendas.
Los jueces tampoco aprecian, al no haberse acreditado en el juicio, ninguna situación de imposibilidad sobrevenida por parte del condenado, y ordenan la devolución del dinero entregado.
Sin embargo, sí revocan parcialmente la sentencia condenatoria del Juzgado de lo Penal 15 al estimar la supresión de la circunstancia agravante de reincidencia, por no haberse recogido en el relato de los hechos, ni en la fundamentación jurídica posterior, las penas en firme que se le impusieron en febrero y junio de 2017 por los delitos de estafa anteriores.
