Las
precipitaciones registradas especialmente desde este miércoles en la
Serranía de Ronda, aunque todavía son muy escasas si se tiene en cuenta la actual situación de sequía, han hecho que sea posible contemplar estampas espectaculares en las que el agua es la protagonista, como es el caso del
curso del Arroyo de Bolones, en Cartajima.
El Bolones
permanece seco la mayor parte del año, aunque en épocas de lluvias muestra su imagen más característica con impresionantes
cascadas y saltos de agua que pueden apreciarse incluso
desde la carretera MA-7306 a alrededor de 2 kilómetros del casco urbano de Cartajima, un espectáculo tan evocador como efímero que desaparecerá poco después de que lo hagan las precipitaciones. Pero es que además, dada la escasez de lluvias en los últimos tiempos,
el Arroyo de Bolones no recogía agua desde diciembre de 2022.
Este
arroyo de montaña se nutre de las
precipitaciones que caen en el alto Valle del Genal, en la Sierra del Oreganal, y más concretamente
en el entorno de las faldas de la Cancha Almola, cuya cima se eleva a 1.409 metros sobre el nivel del mar. Además del Arroyo de Bolones, de su riqueza paisajística y medioambiental y de su amplia diversidad de fauna y flora, llaman especialmente la atención los impresionantes tajos de la cara occidental de la Cancha Almola, que llegan a superar los 150 metros de altura.
El Arroyo de Bolones
une más abajo sus aguas a las del Arroyo de Almargen, el de Algorma y el de los Granados, para finalmente
desembocar en el curso alto del Río Genal, alimentando su cauce.