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Martes 07/05/2024  

Málaga

Alimentos caducados y sin etiquetar: es lo que vendían en una tienda de la capital

La Guadia Civil halla un arcón con varios tipos de animales congelados que apilaban entre otros productos caducados y en mal estado de conservación

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Inspección de la Guardia Civil.

El arcón con los productos dudosos.

  • Vendía comida preparada que se elaboraba en un pequeño habitáculo del local sin ninguna medida higiénico-sanitaria.
  • Había también varias patas de cabra que aún conservaban los pelos y pezuñas, todas ellos de dudosa procedencia
  • Suponían un grave riesgo para la salud pública, ya que se introducían en la cadena alimentaria humana sin ningún tipo de control higiénico-sanitario

La Guardia Civil ha detenido en Málaga a la propietaria de una tienda de alimentación que vendía animales congelados, como gallinas y patos, que apilaba entre otros productos caducados y en mal estado de conservación.

En el establecimiento, además, se vendía comida preparada que la investigaba cocinaba en un pequeño habitáculo del local sin ninguna medida higiénico-sanitaria.

La mujer está acusada de un delito contra la salud pública alimentaria y fraude alimentario, según ha informado este jueves la Guardia Civil.

Durante una inspección rutinaria en el citado local, los agentes hallaron un arcón congelador con varias aves congeladas sin ningún tipo de envase ni etiquetado y junto a numerosos envases cárnicos caducados en mal estado de conservación.

Había también varias patas de cabra que aún conservaban los pelos y pezuñas, todas ellos de dudosa procedencia, apunta el instituto armado.

Ante estos hallazgos, los guardias civiles volvieron a realizar otra inspección a fondo del establecimiento junto con Inspectores del Servicio de Sanidad de la Junta de Andalucía y de Consumo del Ayuntamiento de Málaga pocos días después.

Como resultado de esta nueva inspección sanitaria se procedió a la inmovilización de 300 kilos de productos de origen animal, como morros de vaca, carne de caracol, productos cárnicos troceados sin identificar, piel de vaca en piezas, caballas y pescados sin identificar, entre otros, y también de origen vegetal, como botellas de aceite de palma.

También se inmovilizaron varios envases de comida ya preparada que habían sido elaborados en un reducido habitáculo del establecimiento en el que había instalado una pequeña cocina con un hornillo de gas, una picadora y una cortadora eléctrica de sierra vertical que utilizaban para preparar los alimentos.

Todos estos productos suponían un grave riesgo para la salud pública, ya que se introducían en la cadena alimentaria humana sin ningún tipo de control higiénico-sanitario, por lo que se procedió a la detención de la propietaria del establecimiento. 

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