El Partido Animalista (PACMA) ha mantenido recientemente una reunión con representantes del Ayuntamiento de Málaga para abordar como se gestionan actualmente las colonias felinas (Málaga cuenta con alrededor de 320 colonias de gatos comunitarios, conocidos antes como ferales) y el cuidado de los gatos en el Zoosanitario municipal. Y de la misma, Carmen Sánchez, coordinadora provincial de Pacma en Málaga, saca la sensación de que el consistorio, todavía suspende en esta materia, a pesar de reconocer, en declaraciones a Viva Málaga, que “ha habido buena voluntad por el Ayuntamiento por resolver alguna de las cuestiones que le hemos planteado”, pero, quedan otros casos, en los que “negaron las cuestiones planteadas, como denuncias de que se reubican gatos de colonias felinas”.
Sánchez reconoce que, en ese suspenso, influye el hecho de que “somos muy exigentes”, y aunque le resulta difícil puntuar, piensa que “les suspenderíamos porque una ciudad tan grande como Málaga, tiene un presupuesto para el sistema CER (captura/esterilización/retorno), “muy pequeño en relación a la cantidad de colonias felinas que hay”, situado además “por debajo de otras ciudades más pequeñas”, por eso, asegura que “pensamos que se pueden hacer las cosas mejor aunque han mostrado que quieren mejorar”. Aún así, “de momento les suspendemos”, concluye Sánchez.
En lo que se refiere a los ciudadanos y ciudadanas, la representante del Partido Animalista considera su actitud hacia las colonias felina “bien en general” ya que a la mayoría “no le molestan los gatos” y, los casos de maltrato que se dan “son aislados”, algo que no excluye, asegura, que deban investigarse y tomar mediadas. Su sensación, señala, es que “los vecinos y vecinas son respetuosos” y que Málaga “es una ciudad con mucho amor por sus animales”, y como ejemplo pone el elevado número de voluntarias y voluntarios con que cuenta la Protectora o los muchos eventos en su favor que se llevan a cabo.
Sánchez señala que “en verdad, casos de maltrato se dan en todas las ciudades”, pero, lo que sí piden “es que se tomen en serio para que dejen de darse”, ya que considera que hay leyes, aunque pocas o insuficientes, pero, con ellas en la mano, “tampoco se toman medidas”.
Y es que, como plantearon en la citada reunión al director general de Medio Ambiente y Sostenibilidad del Ayuntamiento de Málaga y a Salvador Florido, jefe de servicio de Vigilancia Sanitario Ambiental, “la policía y sus intervenciones en caso de maltrato animal se quedan en solo avisos”, lo que hace que los maltratadores “se sientan en impunidad”, de ahí la reclamación de más diligencia e información. Ante esto, valora la respuesta recibida en el sentido de que se trasladará esta queja al Área de Seguridad, y se dará formación a la policía.
Ya actualmente, en los lugares en los que se ha registrado algún caso de maltrato, desde el Ayuntamiento les han trasladado que la policía había estado en esos sitios y ha hablado con los vecinos para explicar qué son las colonias felinas, dando aviso de que envenenarlos es un delito.
Todo para que no se repitan casos graves como el puesto sobre la mesa en el encuentro de ocurrido en la barriada de La Mosca, donde seis gatos fueron heridos y dos murieron a balinazos recientemente.
También platearon desde PACMA la necesidad de mejorar las condiciones de vida de los felinos en las instalaciones del Zoosanitario municipal. Sánchez ha pedido una optimización de la transparencia y los programas de adopción de animales abandonados, pasando por “una mejora generalizada de las condiciones de vida de los residentes”, donde han puesto el acento en el caso de los denominados "microondas", unas jaulas de reducido tamaño, donde aseguran que, “los gatos son mantenidos en condiciones inaceptables".
Sánchez ha lamentado que, aunque se pusieron como “una solución temporal para que estén allí varios días”, hay gatos que “están allí encerrados semanas”. Ante esto, la respuesta ha sido, según la representante animalista, una propuesta de mejoras en el zoosanitario pero no a corto plazo y aunque “están de acuerdo en que los microondas no son un buen alojamiento, tampoco dijeron que se fueran a retirar”.