Una de las salas que más interés suscita entre el público sigue siendo la Tía Norica
El Museo Provincial de Cádiz, ubicado en la capital gaditana, cerrará el año con más de 70.000 visitas realizadas, siendo el mes de agosto el mes en el que fue visitado por un mayor número de personas (9.080), seguido del mes de mayo, con un número de visitantes muy próximo, según informó la Delegación Provincial de Cultura de la Junta en Cádiz. Hasta el pasado mes de noviembre fueron un total de 68.495 las personas que visitaron el museo, produciéndose hasta la fecha un incremento de más de 4.000 visitantes con respecto al mismo mes del pasado año, ya que de enero a noviembre de 2007 fue visitado por 64.274 personas. Las previsiones son que el año 2008 se cierre con más de 70.000 visitas, ya que a las más de 68.000 registradas hasta ahora habría que sumarle las reservas de grupo que había programadas para el mes de diciembre (en torno a 1.800 personas), más las entradas diarias. El mes de enero fue el que menos visitantes recibió el Museo, con 3.055 visitas, mientras que febrero obtuvo 4.826; marzo 4.722; abril 6.480; mayo 9.076; junio 5.735; julio 7.190; agosto 9.080; septiembre 6.468; octubre 6.018; y noviembre 5.845 visitantes. Así, actualmente, además de la sala de exposiciones de restos arqueológicos, se puede contemplar en el Museo obras de Zurbarán, Murillo, Alonso Cano, García Ramos, Gonzalo Bilbao, Francisco Godoy, Rodríguez Barcaza, Salvador Viniegra, Beruete, Sorolla, Abarzuza y tres obras de Costus. Otra de las salas más visitadas es la que se centra en los títeres de la Tía Norica, ofreciendo la posibilidad de recrear este espectáculo callejero tradicional de Cádiz. Tanto el argumento como los personajes repiten una serie de prototipos clásicos: la vieja gruñona, el sobrino espabilado y el médico ininteligible. El origen del museo se inicia con la Desamortización de Mendizábal y el depósito en la Academia de Bellas Artes de la ciudad de una serie de pinturas. El hallazgo casual en 1887 del sarcófago antropoide fenicio masculino en los terrenos de los Astilleros de Cádiz fue el punto de arranque de la colección arqueológica.