El tiempo en: Málaga
Publicidad Ai
Publicidad Ai

Málaga

Un Málaga con aura (2-2)

Empate muy meritorio, tras ir por detrás en dos ocasiones y lograr el último tanto en el 93'. Alfonso Herrero detuvo un penalti en la última acción del partido

Publicidad Ai Publicidad Ai Publicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai
  • Antoñito Cordero besándose el escudo del Málaga. -

Puntazo el que sacó el Málaga de su visita a Granada. El equipo de Sergio Pellicer hizo casi todo bien. Logró empatar hasta en dos ocasiones y Alfonso Herrero dejó la guinda del pastel para el final, con un penalti parado en el 97'.

La igualdad era palpable durante los primeros minutos. El ambiente enrarecido de unos Los Cármenes sin grada de animación, ayudaba a que el Málaga no se sintiese incómodo sobre el verde. De hecho, la primera ocasión con cierto peligro fue en clave blanquiazul.

Antoñito Cordero pinchó con maestría un balón llovido, pero su tiro con la izquierda se marchó un poco arriba. Más clara todavía fue la que tuvo un minuto después Yanis Rahmani. El ex del Eibar encaró a su par y se sacó un tiro potente y raso que se marchó fuera por pocos centímetros.

Intentaba estirarse el conjunto nazarí, aunque con poca fortuna. El ambiente ayudaba muy poco a que los locales practicasen un buen juego. Sin grada de animación y con el público, que abarrotó las gradas, silbando desde los primeros instantes.

Rahmani gozó de la tercera ocasión del partido, un chut desde larga distancia que se fue arriba. A estas alturas de minuto 20, el equipo de Sergio Pellicer ya era sustancialmente mejor que su rival. En las gradas, además, los cerca de mil malaguistas también ganaban, en esta vez por goleada. Y es que, tan solo con los pitos, conseguía la afición rojiblanca acallar los cánticos boquerones.

La más clara llegó alcanzado el 34'. Aarón Ochoa metió un balón delicioso entre líneas que encuentra a Cordero. El héroe de Tarragona le pegó bien, pero se encontró con la manopla de Marc Martínez, que acertó al tirarse al suelo. A punto estuvo de llegar Rahmani al rechace, que finalmente desvió un defensor a saque de esquina. El Málaga estaba siendo ampliamente superior y se aprovechaba de la debilidad de su rival.

Hubo que esperar hasta el minuto 40 para ver al Granada llegar con cierto peligro. Tsitaishvili, que estaba siendo el único que proponía algo en la parcela ofensiva local, recortó dentro del área, aunque su tiro con la izquierda no encontró portería. El georgiano volvió a tener otra un minuto después, más clara todavía si cabe. Se internó en el área y le pegó, esta vez con la derecha. Estaba muy escorado, lo que no impidió que el rechace de Alfonso Herrero fuese de los muy meritorios.

Con esas dos últimas ocasiones se marcharon ambos equipos al descanso, con un Granada que mejoró ligeramente sus prestaciones, pero seguía a remolque del conjunto costasoleño.

La segunda mitad comenzó justo donde lo habían dejado ambos: con un Málaga mejor. Yanis tuvo su enésima oportunidad tras un magistral autopase de Carlos Puga. El chut del francoargelino, algo mordido, lo desvió Hongla como pudo.

Pese a las adversidades, el Granada siguió intentándolo. Ricard Sánchez se plantó en el corazón del área para sorpresa de todo el mundo y a punto estuvo de cazar un pase de la muerte de Tsitaishvili. El propio Ricard volvió a tenerla instantes después, esta vez con un trallazo que desvió como pudo Alfonso Herrero.

Este arreón nazarí fue suficiente para encontrar premio. Un buen centro de Hongla desde la derecha encontró a Carlos Neva en el segundo palo. El capitán local definió con una sutil volea que puso el 1-0.

Que bonito es ver jugar a Antoñito

Sin embargo, este Málaga no está para medias tintas. Ni cuatro minutos pasaron antes de que Antoñito Cordero lograse el empate. Rahmani robó el balón a Williams, Dioni abrió a la derecha y allí, el jovencísimo canterano, mandó el balón al fondo de la red con la izquierda. Inestimable colaboración también de Marc Martínez, que no cubrió bien su palo.

El empate por la vía rápida espoleó de nuevo al Málaga, que se vino arriba. Por el otro lado, los pitos hacia Marc Martínez y Carlos Neva (mandó callar a su propio público al meter gol) eran cada vez más insostenibles. 

Las mejores ocasiones seguían llegando del lado malaguista. Cordero lo intentó nuevamente, con un tiro de falta que se fue rozando la escuadra. 

Pese al buen juego, la diosa fortuna le fue esquiva en esta ocasión al Málaga. Gonzalo Villar puso un balón al segundo palo, donde llegó Corbeanu, el cual la mandó al corazón del área de meta. Ahí esperaba Myrto Uzuni, que, con algo de fortuna, mandó el balón al fondo de la red pese a la oposición de Nelson Monte. Jarro de agua fría para un Málaga que no merecía el castigo de la derrota.

Chupete hizo su debut en Segunda División, en busca de un empate en los últimos minutos. Parecía imposible, pero el destino parece tener preparado algo grande para este equipo, que es puro corazón. Nelson Monte puso el empate en el 93', tras un córner al segundo palo que cabeceó al fondo de la red.

Todo estaba preparado para que finalizase el encuentro, pero todavía quedaba un giro más de tuerca. El propio Nelson Monte cometió penalti sobre Miguel Rubio en una acción desafortunada. Era el minuto 97 y con eso acababa el choque.

Asumió la responsabilidad un delantero experimentado como Weissman. Le pegó centrado y Alfonso Herrero le adivinó las intenciones. El meta toledano detuvo y le dio un punto de oro a un Málaga que sigue sin perder, suma ya diez puntos y parece tener un aura que invita, como poco, al optimismo.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN