El nuevo Centro Oceanográfico de Málaga, que aspira a convertirse en referencia mundial en la investigación marina, permite a esta ciudad recobrar una relación con estos estudios que se remonta 113 años atrás, ya que albergó una de las primeras instituciones especializadas del país.

Las instalaciones inauguradas este miércoles por la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant, toman el testigo del Laboratorio Oceanográfico fundado en Málaga en 1911, antes incluso de la creación del Instituto Español de Oceanografía (IEO).

Impulsado por Odón de Buen, aquel Laboratorio contó con un equipo de especialistas que se convirtieron en pioneros de la investigación oceanográfica del mar de Alborán, entre ellos Jimena Quirós, considerada primera oceanógrafa de la historia de España y autora del primer artículo de ciencias marinas firmado por una mujer.

La historia de aquella institución se truncó con la Guerra Civil, cuando el edificio fue ocupado por la Armada, y desde 1983 el Centro Oceanográfico de Málaga había tenido su sede en el puerto de Fuengirola, desde donde ahora se ha trasladado a la capital.

Sus científicos y técnicos recaban información en materias diversas como cartografía marina, sedimentos, riesgo de tsunamis y volcanes submarinos, cambio climático o conservación de la biodiversidad marina.

El Oceanográfico de Málaga, uno de los nueve centros costeros del IEO, cuenta además con una de las colecciones de fauna marina más extensas de España, con ejemplares seleccionados desde los inicios del siglo XX.

La ministra ha resaltado en su intervención que este Centro está enclavado "en el corazón de una ciudad que siempre ha sabido mirar al mar con visión de futuro desde 1911", cuando se creó aquel Laboratorio Oceanográfico que fue "el germen" de las nuevas instalaciones.

Ahora, al regresar a la capital, será "más fuerte, más moderno, más grande, mejor equipado, más atractivo para el talento científico y la inversión y más abierto a la sociedad y las empresas".

Según Morant, está "preparado para convertirse en referente mundial en investigación marina y transferencia de conocimiento nacional e internacional", con unas instalaciones de 5.000 metros cuadrados y un equipamiento "para contribuir a aportar soluciones basadas en la ciencia en un momento crucial para los océanos, los grandes damnificados del cambio climático".

Las instalaciones, que han supuesto una inversión de 9 millones de euros, cuentan con una plantilla de un centenar de personas, a la que en los próximos meses se sumarán otras catorce.

"Si hoy Odón de Buen levantara la cabeza, se sentiría orgulloso de este Centro, que es digno sucesor de su legado", ha afirmado la ministra.