Pocos días después de que la selección italiana femenina se coronase en la capital malagueña, el equipo masculino busca repetir el éxito. Le espera Países Bajos
Italia consiguió meterse en la final de la Copa Davis por segundo año consecutivo a costa de Australia, al que ganó por 2-0 en el global, después de que Matteo Berrettini lograra el primer punto y Jannik Sinner, número uno del mundo, no diera opciones a Álex de Miñaur en el segundo partido, resuelto por 6-3 y 6-4 en una hora y 29 minutos.
La fortaleza del equipo italiano, liderado por un Sinner que gana todo lo que juega, se ve premiada con la posibilidad de hacer doblete este año, después de que el equipo femenino lograra hace unos días alzarse con la Copa Billie Jean King que también se ha celebrado en Málaga del 13 al 20 de noviembre.
En la final de este domingo (16.00 hora CET, 15.00 GMT), los transalpinos tendrán enfrente a Países Bajos, verdugo de España en cuartos y que disputará la primera final de su historia después de vencer a Alemania en semifinales.
Este sábado, en primer lugar, fue Matteo Berrettini (35 del ranking ATP) quien dio la ventaja a su equipo al ganar al oceánico Thanasi Kokkinakis en tres sets. Todo quedó en manos del infalible tenista de rizos pelirrojos y 23 años.
Sinner sigue acostumbrado a ganar a De Miñaur. Contra él, y contando este triunfo, suma nueve de nueve. De hecho, le doblegó también en la final de la Copa Davis anterior, el pasado 26 de noviembre de 2023, también en suelo malagueño y con dominio absoluto, por 6-3 y 6-0.
Es difícil aguantar un duelo de fogueo con el italiano, que está este año en modo invencible. Saca fuerzas de la nada, las devuelve mejor todavía, golpea con una precisión quirúrgica y mueve de un lado a otro a su rival, tratando de fundir a un De Miñaur por momentos desquiciado. Rompió la raqueta contra el suelo al final del partido.
Pero el hispano-australiano no quería ponerle la alfombra y trató de estar a la altura, como número nuevo del mundo que es. Se rebeló contra la bestia y pasó del 0-2 al 2-2, nada sencillo viendo el nivel al que está el número uno.
De hecho, llegó otro arreón de Jannik para romper saque en el sexto juego, culminado con una dejada exquisita tras un largo peloteo que levantó de sus asientos a miles de personas en el Martín Carpena. El set acabó en su bolsillo (6-3).
Hubo más igualdad en el segundo, con ambos jugadores sin fallo al servicio, pero Sinner quebró en un momento clave en el noveno juego y selló el triunfo firmando el 6-4 y pidiendo cita para la última partida ante los neerlandeses. Ya espera la Ensaladera a ser alzada entre el confeti dorado, por tercera vez para Italia o por vez primera para los holandeses.